El Banco Mundial revisó el modelo de salud de Ecuador, que coincide con la emergencia sanitaria por el covid-19. Foto: Twitter Salud Ecuador
En febrero del 2020, el Banco Mundial señaló que el principal desafío de Ecuador es “asegurar la continuidad y fortalecimiento del modelo de salud”, así como su sostenibilidad en contextos desfavorables. Ante ello, el organismo recomienda el uso eficiente de recursos destinados en este sentido.
El informe se publicó el mismo mes en que se reportó oficialmente el primer caso de covid-19 en el Ecuador, que ya ha dejado 47 943 contagios y 6 653 fallecidos, entre confirmados y probables, hasta este martes 16 de junio del 2020.
Durante la última década -según el informe denominado Eficiencia del Gasto Público en Salud en Ecuador, situación actual y opciones de política- se han realizado “esfuerzos considerables” para mejorar el acceso a servicios de salud. Para ello se ha incrementado la asignación de fondos públicos y políticas sectoriales; siendo el talento humano el factor que absorbe la mayor cantidad de los recursos financieros.
En el 2013, por ejemplo, el gasto en salud representaba el 10% del gasto sectorial; pero en el 2018 alcanzó el 19%. Representa el 8,4% del gasto público.
En este último año, además, se registra detalles del gasto del Presupuesto General del Estado asignado, que fue de USD 2 883 millones. De este monto, el 60% o USD 1 720 millones fueron destinados a talento humano, es decir, al pago de remuneraciones básicas y otros beneficios económicos y sociales. Mientras que el 22% o USD 621 millones se encaminaron a insumos como medicamentos, dispositivos médicos y otros servicios. El 10% y 7% se asignó para la compra de servicios complementarios y más gastos. Finalmente el 2%, para el mantenimiento de bienes.
En el informe también se observa que se ha vinculado a personal nuevo. El 89% de los gastos en recursos humanos se asignan a pagos de funcionarios que trabaja directamente en los establecimientos de salud. Así, el 33% a establecimientos del nivel I (centros de salud), el 38% a establecimientos del Nivel II (hospitales generales), el 15% a establecimientos del Nivel III (hospitales de especialidades) y un 1% a establecimientos de nivel no identificado.
“Las actividades distritales absorben el 6,9% del presupuesto y las zonales el 2%. Planta central representa el 1,5%. Estos datos corresponden a abril del 2019, aunque reflejan un proceso de incrementos en las contrataciones entre 2015 y 2018, que representó un aumento de un 30% aproximadamente del gasto”, se refleja en el documento.
Las nuevas contrataciones fueron de médicos y profesionales de la salud, como enfermeros, obstetras, odontólogos, odontopediatras e internos rotativos. Si se habla de los primeros se puede determinar que se vinculó a los galenos generales y familiares para fortalecer el modelo de atención integral de salud (MAIS) que busca un fortalecimiento de la red primaria, la prevención y promoción de la salud.
Sin embargo se alerta que el nuevo personal contratado trabaja bajo la modalidad ocasional, “que podría conllevar a riesgos para la sostenibilidad del modelo de atención”.
Mientras que en el 2015, el 39% de los médicos estaban bajo este formato, en el 2019 se reportó el 52%. Lo mismo ocurre con los otros profesionales de la salud que pasaron de 45% al 58%, el año pasado.