Bombas lacrimógenas fueron lanzadas por la Policía a dos universidades de Quito, que albergaban a los indígenas que participaban en una marcha pacífica en Quito, la noche del miércoles 9 de octubre del 2019. Foto: Roberto Peñafiel/ EL COMERCIO
La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos criticó este viernes 11 de octubre el uso de bombas lacrimógenas en recintos universitarios de Quito donde se refugiaron manifestantes indígenas, advirtiendo que utilizar este tipo de métodos disuasorios en recintos cerrados puede poner vidas en peligro.
Portavoces de la oficina destacaron además que las autoridades “deben diferenciar claramente los elementos violentos de quien protesta pacíficamente” en las manifestaciones que desde el pasado jueves 3 de octubre viven distintas ciudades ecuatorianas contra las medidas de ajuste económico dictadas por Quito tras recibir un crédito del FMI.
La oficina que dirige la expresidenta chilena Michelle Bachelet también dijo haber recibido informes sobre medio centenar de ataques a periodistas que están cubriendo las protestas, en las que ha habido cinco muertos, más de medio centenar de heridos y cerca de un millar de detenidos.
En un comunicado emitido el jueves 10 de octubre, el organismo de Naciones Unidas urgió a las autoridades de Ecuador a “realizar investigaciones prontas e independientes” en torno a los fallecidos en las protestas.
También pidió “diálogo constructivo para contribuir al cese de la violencia y a la paz social, en un marco de pleno respeto a los derechos humanos de todas las personas”.