Militares dicen que no negociaron con empresa indagada

El jefe de la FAE, Mauricio Campuzano (izq.) y el ministro Oswaldo Jarrín.

El jefe de la FAE, Mauricio Campuzano (izq.) y el ministro Oswaldo Jarrín.

El jefe de la FAE, Mauricio Campuzano (izq.) y el ministro Oswaldo Jarrín. Foto: API

La Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) usará cuatro nuevos helicópteros, durante sus operaciones militares. Estas aeronaves fueron entregadas en reposición de dos aviones accidentados en el 2015 y 2017.

En el primer siniestro hubo dos muertos y la nave quedó destruida. En un segundo caso se estrelló un Cheetah y sobrevivió el piloto.

Ambas aeronaves estaban aseguradas y la póliza se hizo efectiva en agosto del año pasado. El comandante de la FAE, el brigadier Mauricio Campuzano, detalló el pasado viernes 5 de abril de 2019 que no se trata de una compra sino de un “proceso de reposición de las naves accidentadas”.

¿Por qué la FAE recibió cuatro helicópteros si se accidentaron dos aviones? Esto ocurrió, porque la aseguradora no adquirió el mismo tipo de aviones siniestrados, porque ya no se usan en las operaciones o ya no son fabricados. Entonces, compró la nueva flota y los entregó.

Según Campuzano, un equipo multidisciplinario también realizó un estudio de “las actuales necesidades que tiene la FAE” y determinó que en vez de dos aviones se requerían más helicópteros para el entrenamiento de nuevos pilotos, evacuaciones médicas, reconocimientos de campo, transporte de carga y para sofocar pequeños incendios.

En ese equipo de oficiales además se determinó las especificaciones que debían tener las naves a recibir.

De hecho, los uniformados pidieron que estas tuvieran grúa para carga, puerta corrediza “que facilite la salida de los militares”, ganchos de seguridad y espacio para llevar dos camillas.

“La Fuerza Aérea Ecuatoriana exigió mejoras y que entreguen aeronaves enmarcadas en nuestras necesidades y requerimientos durante las operaciones militares”, dijo el jefe de la FAE.

Estas especificaciones técnicas fueron entregadas a la aseguradora, en el 2018. Esa empresa fue la encargada de buscar los helicópteros que cumplan con esos requisitos.

Según el comandante de la FAE, esa firma se contactó con ocho compañías que venden los aparatos.

Pero solo tres enviaron sus propuestas, porque estas compañía disponían de las naves con las especificaciones que requerían los oficiales.

El comandante señaló que la proveedora de los helicópteros fue la única que se ajustó al precio y a las características solicitadas por la Fuerza Aérea.
También sostuvo que el responsable de las aeronaves es la aseguradora hasta que se firme el acta de recepción definitiva con la FAE.

Estas declaraciones las hizo luego de que se revelara que el proveedor de los helicópteros fue una empresa, cuyo representante enfrenta un informe de Contraloría con indicios de responsabilidad penal. Además, hay una investigación abierta en la Fiscalía General del Estado.

Según el ente de control, el empresario habría vendido un helicóptero al Cuerpo de Bomberos de Quito con un supuesto sobreprecio de USD 1 700 000.

De acuerdo con las investigaciones, el representante de la firma adquirió esa nave en USD 300 000 a una compañía norteamericana y luego la vendió en USD 2 millones.

El comandante Campuzano enfatizó que “jamás autorizará que se haga algo por fuera de la ley” y si “detecto alguna irregularidad seré el primero en denunciar”. Además, el oficial dijo que cuenta con la autorización del Ministerio de Defensa para hacer las reposiciones del caso.
También hizo público el costo del nuevo equipamiento. Para restituir el primer avión accidentado, la aseguradora pagó USD 1 568 000 por un helicóptero.

En cambio, en lugar del Cheetah se adquirió tres por un monto de 5 690 000.

Es decir que cada aeronave costó alrededor de USD 1,8 millones.

El brigadier precisó que estos aparatos costaron más, porque tenían mejores características de funcionamiento.

Además, el valor total de la nueva flota estaría contemplado dentro del valor máximo que se estableció inicialmente en el contrato con la aseguradora.

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