Los daños en el Centro Histórico de Quito superan los USD 500 000

El Municipio de Quito comenzó la noche del 9 de octubre del 2019 la limpieza de escombros producto de las manifestaciones en el Centro Histórico. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

El Municipio de Quito comenzó la noche del 9 de octubre del 2019 la limpieza de escombros producto de las manifestaciones en el Centro Histórico. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

El Municipio de Quito comenzó la noche del 9 de octubre del 2019 la limpieza de escombros producto de las manifestaciones en el Centro Histórico. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

Casi no hay precedentes. Los violentos enfrentamientos entre manifestantes y policías causaron destrozos parecidos a los de una zona de guerra o un terremoto en el Centro Histórico de Quito.

La mañana de este jueves, 10 de octubre del 2019, las calles amanecieron cubiertas por un manto de piedras que, en algunos casos, no se podían levantar con una sola mano.

Las rejas de los sumideros, postes de semáforos, luminarias, vallas que protegían al hornato de la ciudad, fueron arrasados. Algunos de esos objetos quedaron junto a las barricadas que colocó la Policía cinco cuadras a la redonda del Palacio de Gobierno.

La iglesia y convento del Carmen Bajo, que tiene más de 300 años de antigüedad, quedó fuera de ese perímetro de seguridad.

El inmueble patrimonial, situado entre las calles Venezuela y Olmedo, presenta grietas debido a que las piedras que lo protegían fueron arrancadas y convertidas en proyectiles.

Las religiosas que viven en el claustro vivieron momentos de zozobra. Puertas y ventanas están cubiertas de hollín; el olor a gas lacrimógeno persistía hasta esta madrugada.

El Instituto Metropolitano de Patrimonio calcula que arreglar los daños en el Centro Histórico tomará al menos cinco meses. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

En la Plaza del Teatro los daños son menores, pero hay aceras y paredes de viviendas que también deberán ser reconstruidas. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

En la García Moreno y Manabí, donde está ubicado el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), tuvo que intervenir un tractor anoche, cuando empezaron las tareas de limpieza.

Entre los escombros también quedaron neumáticos y fogatas que seguían ardiendo hasta esta madrugada.

El director del IMP, Raúl Codena, calculó que los daños ocasionados superan los USD 500 000 y que tomará al menos cinco meses. "Ha sido afectada nuestra historia".

Las manifestaciones no lograron ingresar a la Plaza de la Independencia, pero hubo quienes intentaron, al punto que las rejas de hierro que colocó la Policía en el sector de la Iglesia de San Agustín quedaron retorcidas debido a los forcejeos con la Policía.

En la Plaza del Teatro los daños son menores, pero hay aceras y paredes de viviendas que también deberán ser reconstruidas.

La concejala Luz Elena Coloma, presidenta de la Comisión de Áreas Históricas, se lamentó de estos hechos vandálicos que, según dijo, no tienen punto de comparación.

Pero en medio de la destrucción hubo también muestras de solidaridad. La noche del miércoles 9 de octubre, Mariana, de 70 años, llegó acompañada de cuatro nietos para brindar canguil y avena a quienes resguardan el casco colonial.

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