El nuevo Hotel Puerto Ballesta se construye en el sector Club del Pacífico y podrá recibir a 400 turistas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Nuevos hoteles, edificios de departamentos y viviendas se construyen con financiamiento privado y público en el sur y el norte de la provincia de Esmeraldas.
Por ejemplo, en Tonsupa, una edificación de 10 pisos para servicios hoteleros se levanta cerca de la playa, en el sector Club del Pacífico.
Según el diseño arquitectónico, la nueva edificación contará con una capacidad para 400 turistas. Tendrá suites de lujo, una piscina frente al mar y un salón de convenciones.
Esa zona es la de mayor plusvalía, por estar al borde de la playa. Ahí existen 30 torres, tipo condominio, con cerca de
1 500 departamentos. De esas, cuatro son nuevas. Los departamentos se han vendido en planos, informó la Dirección de Planificación del Municipio de Atacames.
Esas obras se ejecutan con capital privado de firmas, como VIP Constructora o Salaverry SA. También hay empresarios inmobiliarios, como Fernando Silva y Fernando Mena, quienes actualmente construyen 30 casas de uno y dos pisos en Club del Pacífico.
La inversión en infraestructura hotelera también se ha hecho con créditos de la Corporación Financiera Nacional (CFN), que hasta agosto entregó USD 2,2 millones.
En la provincia de Esmeraldas, los créditos se destinaron para este sector en cantones como Atacames, Muisne, Esmeraldas y San Lorenzo.
La CFN informó que esos créditos son parte de la línea creada para atender al sector turístico de Esmeraldas, luego del terremoto del 2016, y que se concretaron este año.
Los inversionistas han recibido desde USD 50 000 en adelante, para financiar actividades relacionadas con el hospedaje, alimentación y recreación. En el caso de la CFN se otorgan créditos de hasta USD 25 millones para personas naturales y de 50 millones en adelante para grupos económicos.
La empresaria Analía Ledesma obtuvo un crédito de la CFN, con el que empezó la ampliación de su hotel en Tonsupa para incrementar el número de habitaciones y acoger a 400 personas. Actualmente su aforo es para 120 visitantes.
De acuerdo con la directora de Planificación municipal, Teresa Cevallos, solo en el sector Club del Pacífico existen 229 hectáreas, en las que en el 80% de esa área se ha construido. Ahí están 1 057 lotes registrados en el catastro.
“En Tonsupa (parroquia) aún hay más de 100 hectáreas para seguir construyendo pero, sin duda, en el área junto al mar se han levantado más edificaciones de condominios y hoteles”, señala Cevallos.
En esa área existen cinco establecimientos de alojamiento: Puerto Ballesta, Puerto Gaviota, Pelícano, Club del Pacífico y Makana. Los hoteles Cabo Blanco y Casas del Mar, que también estaban ahí, se destruyeron en el terremoto.
Otros 10 sitios de alojamiento están en el sector Cava Plan, cerca del malecón de Tonsupa, que junto a los del Club del Pacífico alojan a unas 10 000 personas, informa la Dirección de Turismo municipal.
Entre todos los condominios de Tonsupa y casas de segunda residencia tienen una capacidad para albergar a más de 100 000 personas, de acuerdo con Gioconda Triviño, directora de Turismo.
Alfonso Aparicio, dueño del hotel La Aldea en Atacames, obtuvo un crédito de la CFN por USD 500 000 para ampliaciones y otro préstamo de BanEcuador por USD 40 000, para las reparaciones, tras el terremoto.
Esa inversión le permitió a Aparicio aumentar la capacidad de alojamiento de 162 a 250 plazas, y mejorar los servicios con habitaciones más amplias, piscinas y camineras.
Algo similar ocurrió con el Hotel Terra Nova, de Miguel Oviedo, quien obtuvo un crédito de BanEcuador por USD 20 000, para la reconstrucción de su hotel que también resultó afectado por el sismo.
En Atacames, otros 10 hoteleros reúnen la documentación para buscar financiamiento para la ampliación de la actual infraestructura, pues en agosto pasado -por la temporada vacacional- las 40 000 plazas que hay en el cantón no fueron suficientes para la demanda de turistas.
Para el empresario Luis Quiñónez, la construcción de más infraestructura turística en Atacames y sus parroquias Tonsupa y Súa dependerá de las facilidades que siga dando la banca estatal, así como de la regulación del alquiler de condominios para los feriados.
Para los hoteleros, esta actividad se ha convertido en una competencia desleal para los hoteleros formales, porque les restan posibilidades de recuperar sus inversiones.