Vehículos permanecen en el patio de retención de la AMT, en el parque Bicentenario. Foto: Diego Pallero / El Comercio
El bus ingresó al patio de retención vehicular de Quito cinco días antes de que estallara la emergencia sanitaria por el covid-19. El 11 de marzo, un agente sancionó al conductor de ese automotor, porque transportaba pasajeros pese a que la puerta no tenía vidrios.
Héctor Albán dice que un agente le pidió que detuviera la marcha, retuvo su bus y lo llevó al Bicentenario, en el norte.
Al ser una contravención, el caso debía resolverse en un juzgado. El 12 de marzo, el abogado de Albán pidió al juez que convocara a una audiencia, para ver si la unidad era liberada. Además, quería evitar la multa de USD 120 y le reducción de 6 puntos en la licencia de manejo.
En medio de esos trámites estalló la pandemia y el 17 de marzo se suspendieron las actividades presenciales en las oficinas judiciales del país (excepto casos de flagrancia).
Con esa medida, la audiencia no se pudo realizar y hasta ahora Albán no recupera el bus. Tras desatarse la crisis, 5 800 autos quedaron retenidos en los nueve patios de Quito. En Guayaquil fueron 2 092.
Francisco Aráuz, director de Fiscalización de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), dice que para liberar las unidades se necesita obligatoriamente la orden de un juez o un fiscal, pero nadie atendía.
Quienes requerían los papeles que justifiquen la propiedad del carro y retirarlo de los patios tampoco los pueden conseguir, por la paralización de actividades en la Agencia Nacional de Tránsito y en las agencias municipales.
Lenín Díaz tampoco ha podido recuperar su taxi, que fue retenido la madrugada del 16 de marzo pasado por conducir a exceso de velocidad por la autopista General Rumiñahui.
Recién el 11 de junio, la Judicatura restableció la atención en esas oficinas judiciales. Ahora, Díaz espera que su caso se resuelva en una audiencia y así volver a trabajar.
Víctor Romero, juez de tránsito de Quito, dice que solo él debe despachar 300 casos de vehículos que se quedaron retenidos y cuyas audiencias no se desarrollaron por la crisis.
Actualmente, los magistrados trabajan en turnos de cuatro horas diarias. Romero asegura que necesitará hasta dos meses para despachar todas las citas judiciales pendientes.
Mientras los automotores sigan en los patios, los dueños deben pagar el uso del espacio. El valor es de USD 3 diarios para autos livianos y 7 para buses.
Para recuperar su unidad, Albán dice que debe pagar USD 768 por el uso del área de retención. En cambio, Díaz debe cancelar USD 490 y USD 40 más por el uso de la grúa.
El 14 de marzo pasado, el carro de Nelson Vivero también fue retenido tras chocarse con una furgoneta en el sector de El Tejar, en el centro de la capital. Él espera que una fiscal realice una pericia y dé la orden para liberar el automotor. Hasta el momento, debe pagar USD 279 por el patio. Espera poder retirarlo esta semana.
En cambio, en Guayaquil, el director de gestión de infracciones de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), Édgar Lupera, indica que en marzo y abril no han cobrado el uso de la zona de retención. La recaudación arrancó en mayo.
Por ejemplo, el 15 de marzo pasado Ángela Castillo chocó contra otro vehículo en el norte del Puerto Principal. Ese día su auto fue trasladado al patio de retención Vergeles. Recién la semana pasada pudo retirarlo, luego de que un fiscal diera la orden de liberación. Solo de mayo y de los primeros días de junio debió pagar USD 108 por la zona de parqueo.
En cambio, la Empresa Pública de Movilidad del Norte (Movidelnor) advierte que tiene “cientos de vehículos” que se quedaron retenidos tras la emergencia sanitaria.
Esta entidad es la encargada de regular y controlar el tránsito en 15 municipios del norte del país, entre ellos seis de Imbabura y cinco del Carchi.
Por ejemplo, uno de esos vehículos pertenece a Carla Coba. El pasado 15 de marzo, su carro quedó retenido porque circulaba a exceso de velocidad en una vía del norte de Ibarra y todavía no lo recupera.
Para sacarlo del patio de retención debe presentar a Movildelnor los documentos que certifiquen que ella es la dueña del auto. Sin embargo, hasta el momento Coba no ha podido realizar el trámite de traspaso de dominio, para que el bien conste a su nombre. Ahora, los usuarios solo esperan que poco a poco las oficinas de tránsito comiencen a atender.