El combate a los incendios forestales se realiza con herramientas como palas. Fotos: Washington Benalcazar / EL COMERCIO
Cotacachi, que hace dos años era el cantón de Imbabura más afectado por incendios en páramos y bosques, es sede del Curso Internacional de Combatiente Forestal.
La capacitación, que se realiza por primera vez en el país, busca que el personal que se está formando ayude a reducir las áreas afectadas por el fuego.
En Cotacachi hay una primera experiencia con el Plan Rupay, que permitió disminuir este tipo de siniestros en esa localidad.Eso se reflejó en la disminución de zonas afectadas, que en Imbabura alcanzó
2 127 hectáreas en el 2016 y bajó a 1 298 el año pasado.
En el país, 13 887 hectáreas del país quedaron reducidas a cenizas durante el 2017. Pichincha, Azuay, Loja e Imbabura lideraron la mayoría de áreas destruidas, según las estadísticas.
Los incendios forestales se repiten cada año en Ecuador y, en su mayoría, suceden en verano -de julio a octubre- de acuerdo con la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).
Para mitigar los daños se arman estrategias como la formación de socorristas. El curso de bomberos se desarrollará en Cotacachi, en el aula y el campo, durante esta semana.
Rubén Hernández, que trabajó durante 34 años para el Departamento de Incendios Forestales de California, Estados Unidos, es uno de los instructores. Lamenta que la mayoría de incidentes sea provocada por el hombre.
A su cargo estarán las estrategias del combate forestal, la terminología que se utiliza en el sector forestal y la conformación del comando de incidentes, que dirige las operaciones.
Según Zamora, la reducción de incendios forestales en Cotacachi tiene directa relación con la implementación del Plan Rupay. Se trata de una iniciativa que emprendieron desde el 2015 el Municipio, el Cuerpo de Bomberos, la Federación de Barrios y la Unión de Organizaciones Campesinas de Cotacachi.
El objetivo es evitar que las denominadas quemas agrícolas, que realizan los campesinos, se salgan de control y se conviertan en incendios forestales. Ese era la principal causa de los siniestros.
Esta iniciativa de prevención ganó el premio en la categoría en Gestión de Riesgos, otorgada por la Corporación Líderes para Gobernar.
El plan coordina acciones entre los bomberos profesionales y siete comunitarios, que laboran entre julio y octubre, recorriendo circuitos de bosques y páramos.
Se trata de campesinos que conocen el terreno y son cercanos a la población. Ellos son los encargados de alertar en caso de un brote de fuego.
También disponen de una torre de 16 m de alto en la comunidad San Martín, que les permite avistar si hay humo en ese territorio.
El curso que está en marcha es otra iniciativa de Cotacachi. Para seleccionar a los participantes, se dio prioridad a los cuerpos de bomberos de cantones medianos, que no tienen dinero para este tipo de cursos y que además son las zonas más afectadas por este tipo de deflagraciones.
En la organización del curso también colaboró la Hermandad de Bomberos de Argentina. Según Cristian Pompey, presidente de esta organización sin fines de lucro, es el quinto curso que organizan.
Antes ya lo han hecho en Argentina, Colombia y Chile. Llegaron a Ecuador, por primera vez, por pedido de sus colegas de Cotacachi e interesados en conocer más del Plan Rupay. Este último ha convocado hasta 800 voluntarios, cuando hay problemas.
Antes, los bomberos solicitaban la ayuda de las Fuerzas Armadas, pero ahora se apoyan en la comunidad.