El costo del crédito para microempresas bajó desde febrero del 2018

La baja de tasas también rige para bancos públicos como BanEcuador. Foto: Archivo / EL COMERCIO

La baja de tasas también rige para bancos públicos como BanEcuador. Foto: Archivo / EL COMERCIO

La baja de tasas también rige para bancos públicos como BanEcuador. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Los clientes que buscan acceder a microcréditos en la banca privada y pública y en un segmento de la Economía Popular y Solidaria (EPS) pagarán tasas de interés más bajas en el 2018.

La Junta de Regulación Monetaria y Financiera redujo en dos puntos porcentuales, vía resolución, las tasas de interés máximas para los tres segmentos de microcrédito vigentes. La medida rige desde el jueves 1 de febrero. Estas tasas no han sufrido cambios desde mayo del 2010.

La cartera bruta o saldo de microcréditos otorgados por la banca privada cerró el año pasado en USD 1 588 millones, según datos de la Superintendencia de Bancos. El monto representa el 7,8% del total de cartera del sector financiero privado.

Para Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), esta medida derivará en una contracción en este segmento. El argumento es que resultará menos rentable para la banca otorgar estos créditos que son de alto riesgo.

“La tasa de interés de los microcréditos, en algunos casos, no cubre el riesgo en que incurre el banco al otorgar estos créditos. Hay bancos con visión social que incluso los entregan incurriendo en pérdidas”, dijo el jueves Prado en el marco del evento de banca digital Digital Bank.

El microcrédito se entrega a personas naturales o jurídicas con ventas anuales inferiores o iguales a USD 100 000, o a un grupo de prestatarios que buscan financiar una actividad productiva.

Con la reducción de los dos puntos, las tasas de interés para microcrédito ahora oscilan entre 23,5% y 28,5%.

Las únicas entidades donde no aplica la reducción de tasas son las cooperativas que forman parte de la Economía Popular y Solidaria, que tienen activos menores a USD 80 millones.

En el 2017 el microcrédito creció 7% en relación al año previo, según datos de la Superintendencia de Bancos.

Wilson Vera, delegado del Presidente ante la Junta de Regulación, explicó que la medida se tomó en respuesta a requerimientos del sector microempresarial y que fueron planteados el año pasado, dentro de los diálogos del Consejo Consultivo.

Los empresarios de este segmento pidieron tasas de interés más bajas y mayor acceso al crédito, enfatizó.

Según Vera, la reducción en el costo del financiamiento hará que más personas con menores recursos busquen canales formales de financiamiento.

“Se tomó la decisión luego de hacer un estudio técnico, con el objetivo de reactivar sobre todo al sector del microcrédito minorista, que ha venido experimentando una contracción de entre 12 y 13% entre el 2016 y 2017”, añadió.

Según la resolución numerada como 437-2018F, el 18 de diciembre del 2017 el Banco Central envió la propuesta de ajuste a la Junta. Se aprobó el 26 de enero de este año.

Para Prado, la reducción debió darse solo en el segmento de montos más altos, de hasta USD 50 000, que son los que tienen menos riesgo.

Ángelo Caputi, presidente ejecutivo del Banco Guayaquil, señaló que con tasas más altas la banca puede asumir más riesgo y contraer mayores niveles de cartera vencida. Con la baja, el sector asumirá menos riesgos. Los clientes de la parte más baja de la pirámide podrían caer en el chulco, ante la falta de acceso al sector formal.

En esta entidad, el microcrédito representa el 10% de la cartera de crédito, que fue la que más creció en el 2017, en relación al año anterior.

En Banco Pichincha el microcrédito representa el 15% de la cartera. Ignacio Maldonado vicepresidente ejecutivo, espera que se mantenga en el mismo nivel. “El problema es que ya no podrá duplicarse o triplicarse la entrega con esta medida”, dijo.

Lo que encarece el microcrédito es la parte operativa. Un agente del banco tiene que desplazarse a zonas rurales la mayoría de veces y hacer consultorías. Eso representa un mayor costo respecto al crédito para empresas grandes, dice Prado.

Y ese trabajo es para asegurar que el dinero sea usado para fines productivos y que el cliente no entre en mora.

El empresario José Luis Quintero cree que una reducción de tasas de interés aumentará la demanda de créditos. Cuenta que en octubre empezó el trámite para conseguir un préstamo para su negocio Gourmet Andino.

Este emprendimiento tuvo que cumplir con evaluaciones, entrevistas y asesorías de parte de la entidad financiera. Ahora está en la fase final para la calificación del crédito de USD 20 000.

En contexto

Las tasas de interés para el segmento de microcrédito no se habían ajustado desde el 2010. El Banco Central del Ecuador remitió el 18 de diciembre pasado una propuesta de cambio y la Junta de Regulación aprobó la medida el 26 de enero.

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