Créditos de cooperativas para más de 800 emprendimientos

Jorge Llano financió con un crédito la instalación de su restaurante en Ambato.

Jorge Llano financió con un crédito la instalación de su restaurante en Ambato.

Jorge Llano (izquierda) financió con un crédito la instalación de su restaurante en Ambato. En Picaihua, Iván Muyulema (derecha) fabrica con cuero guantes de seguridad industrial. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

La crianza de truchas, artesanías en lana de borrego, fabricación de guantes en cuero, restaurantes, turismo comunitario y ganadería están entre los emprendimientos financiados con créditos de las cooperativas de ahorro y crédito en cinco provincias.

Según la Unión de Cooperativas de la Sierra Centro, más de 800 emprendimientos de organizaciones indígenas y campesinas fueron los principales beneficiarios de préstamos durante el año pasado.

La Unión agrupa a 12 cooperativas de ahorro y crédito de Tungurahua, Chimborazo, Cotopaxi, Pastaza y Bolívar.

Ese gremio entregó el año pasado USD 515 millones en créditos. El 29,5% fue destinado al consumo y el 55,74% al microcrédito, donde están los sectores agropecuarios, asociaciones de productoras de mujeres y artesanías.

Por ejemplo, la Cooperativa de Ahorro y Crédito Warmi Kunapak entregó el año pasado 250 créditos por USD 450 000. En los 10 meses de este año se ha desembolsado USD 1 millón, que se destinó a los negocios de 800 mujeres de varias comunidades de Yatzaputzan, un sector que pertenece a la parroquia Pilahuín, del cantón Ambato.

Antes de dar el dinero, la cooperativa que funciona en Yatzaputzan capacitó a los campesinos a través de cursos y charlas para que los proyectos dieran resultados.

La gerenta, Susana Poaquiza, comenta que luego de ese proceso los grupos de mujeres mejoraron la elaboración de sus artesanías, como collares, aretes y washcas; la crianza de ganado, producción de zanahoria y lácteos.

Ángel Chalguira, de la comunidad La Zabanza, es otro cliente de la Cooperativa Warmi Kunapak. Gestiona otro préstamo de USD 5 000 para ampliar su negocio de crianza y comercialización de truchas.

Con un primer crédito de USD 3 000, en el 2016, construyó tres piscinas y sembró 2 000 alevines. Luego de dos años su proyecto creció tres veces y dio empleo a dos personas. “Las ventas nos benefician a cinco familias socias, porque tenemos más ingresos y podemos mantener a nuestros hijos”, dice Chalguira.

El emprendedor comenta que en poco tiempo generó trabajo. Por ejemplo, en su negocio trabaja Rosa Punina, quien se dedica a la limpieza, alimentación, pesca y comercialización de la trucha. Ella gana USD 10 diarios que le ayudan a financiar una parte de los gastos de sus dos hijos y la casa.

En el sector La Atarazana de la parroquia Picaihua, en Ambato, Iván Muyulema produce ropa de seguridad para la industria. Su empresa Global Industrial Andy recibió un crédito de USD 20 000 de la Cooperativa de Ahorro Chibuleo.

Con los recursos instaló el taller donde trabajan 18 personas. “Nadie quería darme un crédito, esta entidad financiera me dio y estamos progresando”, cuenta Muyulema, quien es el gerente.

Fabrica 15 000 prendas al mes, entre guantes, polainas, delantales, mangas y zapatos de seguridad industrial, que distribuye a las grandes empresas del país.

En Pastaza, el sector financiero también financia los proyectos productivos de grupos de mujeres. La Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Pequeña Empresa de Pastaza (Cacpe) trabaja con organizaciones kichwas, shuar y de otras nacionalidades.

En el taller de María Shaca, las semillas, las plumas y la fibra natural se convierten en coloridos collares, brazaletes, aretes y anillos. Son comercializados en las ferias.

Un grupo de mujeres shuar, de la comunidad Putuik, en Puyo, está al frente de un emprendimiento que beneficia a unas 20 familias. Ellas recibieron un préstamo de USD 1 500 de la Cooperativa Cacpe, para invertir en el negocio.

Suplementos digitales