La Conferencia Episcopal Ecuatoriana se pronunció sobre los casos de abuso sexual por parte de religiosos que han sido denunciados en el país. Foto: Imagen referencial/ Pixabay
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana se pronunció frente a los abusos sexuales cometidos por religiosos, este jueves 31 de mayo del 2018. Expresa, en un comunicado, su rechazo a toda forma de abuso físico, psicológico y sexual contra menores, que pueda darse en las familias o en las instituciones públicas y privadas, por constituir un delito que afecta a la persona en todas sus dimensiones.
También manifiesta su profundo dolor frente a los hechos denunciados, ya sancionados o que se encuentre en proceso de investigación.
En este mes se han dado a conocer denuncias de abuso sexual y violaciones de sacerdotes contra niños y jóvenes. En Guayaquil, por ejemplo, el caso de Fernando I., con la ‘dinámica del pecado’ que aplicó a adolescentes.
Les pedía quedarse “en bóxer y sin camiseta, los amarraba y torturaba”, según testimonios de jóvenes como Andrés Vizcarra. Él ha contado que la Arquidiócesis de Guayaquil tiene más de 20 testimonios y se están investigando bajo sus propias reglas.
En este mes que termina hoy también se hicieron públicas denuncias en contra de un sacerdote muy conocido en Cuenca, exrector vitalicio de una universidad y creador de colegios. Hombres adultos, ya de la tercera edad, han contado que fueron abusados sexualmente por él cuando eran niños.
En su comunicado, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana dice que valora el papel de los medios de comunicación y de las organizaciones sociales en la presentación y seguimiento de denuncias para que los organismos competentes actúen con la máxima celeridad y transparencia, sin atentar contra los derechos de las víctimas ni la presunción de la inocencia del agresor.
Además, reitera su compromiso con la defensa de la vida y las acciones preventivas orientadas al cuidado de la inocencia de los menores y jóvenes, toda vez que es también una responsabilidad compartida con la sociedad en general, promoviendo la confianza, en el respeto a los derechos fundamentales de los niños.
“Asumimos la búsqueda permanente y sincera de la verdad y la justicia, a través de las denuncias de los abusos sexuales y de otra índole que se cometan al interior del seno familiar o de las organizaciones religiosas y de otra índole”.
Entre otras cosas explican que en la Iglesia, el proceso canónico tiene cuatro pasos: denuncia, investigación previa, el juicio de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Decreto del Obispo.