El Concejo evalúa el nuevo modelo de rutas para los buses de Quito

Actualmente las rutas de buses están orientadas a cubrir trayectos que van en sentido norte-sur en el Distrito. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO

Actualmente las rutas de buses están orientadas a cubrir trayectos que van en sentido norte-sur en el Distrito. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO

Actualmente las rutas de buses están orientadas a cubrir trayectos que van en sentido norte-sur en el Distrito. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO

La propuesta de reorganización de rutas y frecuencias del transporte público en Quito incluye un cambio en la distribución de las unidades y del sentido en el que estas circulan.

La Comisión de Movilidad recibió el informe elaborado por la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, que realizó un estudio durante los últimos dos años en la capital.

Este proyecto forma parte de los cambios necesarios para mejorar la calidad del servicio en Quito. En el informe se incluye una propuesta para impulsar formas alternativas de movilidad como bicicleta y caminar.

Ayer, 7 de septiembre de 2017, estaba previsto que se trate en el Concejo un proyecto de ordenanza al respecto. En una rueda de prensa, el miércoles 6, el alcalde Mauricio Rodas señaló este documento como una de las prioridades para mejorar el servicio.

Sin embargo, por su ausencia y la de 13 concejales, ni ese tema ni una reforma para endurecer sanciones a los buses que contaminen el ambiente no pudieron ser tratadas y la sesión se tuvo que suspender. 

El tema ambiental también forma parte de la propuesta que arrojó la consultoría realizada por la Agencia. El plan sugiere la implementación de una red ortogonal, es decir, ángulos rectos con líneas que se cruzan horizontal, vertical y diagonalmente.

Se organiza en supermanzanas con un servicio de 16 horas diarias, en dos turnos de ocho horas. Las jornadas arrancarían a las 05:00 en días laborables y a las 07:00 en fines de semana y feriados. Los buses en el último caso circularían con intervalos más espaciados.

El estudio se inició cuando se detectó la necesidad de una reorganización total, según la concejala Daniela Chacón, integrante de la Comisión. Recuerda que se hicieron mesas de trabajo antes de que se implementara el plan de mejoramiento de la calidad del servicio, que incluyó el pago de compensaciones a los transportistas entre marzo del 2015 y junio de este año.

Allí se encontró que uno de los principales problemas en el transporte en Quito era la distribución de rutas.

Se concluyó que el modelo actual privilegia las rutas en sentido norte sur y viceversa y eso deriva en un exceso de buses transitando por las mismas vías. La redundancia en trayectos genera competencia incluso entre los sistemas municipal y privado.

La concejala explica que en la propuesta se incluye una redistribución que pondría 800 unidades del transporte convencional urbano al servicio de los usuarios en los valles. Según su criterio, eso demuestra que no faltan buses sino que ahora están mal distribuidos.

Esos buses prestarán servicio interno en los valles de Tumbaco y de Los Chillos, por ejemplo, que se conectarán luego con tres modalidades de transporte interparroquial: exprés, semiexprés y estándar. La diferencia estará en la cantidad de paradas y la velocidad.

El concejal Sergio Garnica explicó que se decidió instalar mesas de trabajo para luego presentar un informe ante el Concejo. No es necesaria una nueva ordenanza, porque la Secretaría de Movilidad tiene la potestad de hacer este tipo de reestructuración. Pero debido a la magnitud del plan, se decidió tratarlo en el Concejo.

El proyecto tiene un costo de USD 140 136 077, de acuerdo con el informe de la Agencia. Está distribuido entre mejoras de infraestructura, implementación del sistema y costos de comunicación. Además, el Concejo podría resolver, por ejemplo, la creación de una unidad que se encargue específicamente de la implementación de este proyecto , que es la recomendación de la Agencia.

Se plantea un cambio integral, incluyendo buses convencionales, Trole, Ecovía y corredores Central Norte, Oriental y Occidental. Estos suman, según el estudio, 3 246 buses y 358 articulados. Se agregará el Metro y Quito Cables.

Darío Tapia, secretario de Movilidad, explica que de momento el proyecto continúa en construcción. Pero adelantó que hay temas como la reorganización en el Centro Histórico que implican mejoras. Según el estudio, ahí se podría iniciar el cambio progresivo de unidades regulares a buses eléctricos. Estos causarían menor impacto en el patrimonio. Además, se busca impulsar el plan de peatonalización.

Tapia agrega que la reorganización de rutas estará completa cuando el Metro empiece a funcionar. Los cambios se orientan a ampliar el servicio a zonas en las que no hay servicio o no abastece la demanda.

Para su implementación, es un necesario el Sistema Inteligente de Transporte, mediante el cual se pagará el pasaje con tarjeta con chip. La recaudación sería centralizada. Rodas anunció que ese proyecto se debatirá en los próximos días.

En contexto

El proyecto de reestructuración de rutas y frecuencias tiene el objetivo de mejorar la calidad del servicio y cobertura. Con un sistema ortogonal, la idea es bajar costos y tiempos de viaje, además de mejorar la accesibilidad y conectividad en la ciudad.

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