En el lugar se instalaron lavamanos para los clientes. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Bandejas de desinfección en el ingreso, toma de temperatura, alcohol y señalización. Estas son las medidas con las que este sábado 20 de junio del 2020 reabrió sus puertas el Centro Comercial del Ahorro Chiriyacu, en el sur de Quito.
En la capital hay 12 establecimientos de ese tipo y fueron abriendo paulatinamente, con la revisión previa de los protocolos de seguridad. En el centro comercial del sur, la reapertura se llevó a cabo con un evento, al que asistieron autoridades municipales. Romel Rosero, coordinador distrital de Comercio, recordó que la reapertura de los denominados BBB empezó desde este lunes 15 de junio. Remarcó la importancia de cumplir con las medidas de bioseguridad, como el distanciamiento durante las compras. Éstas, aseguró, fueron revisadas antes del inicio de las actividades.
En el lugar, donde trabajan alrededor de 700 comerciantes, se señalizó en el piso para guiar a los clientes, tanto para mantener la distancia como para caminar en una sola dirección según el pasillo y en los espacios más amplios del lugar.
Con la reapertura, los comerciantes mostraron su expectativa por recuperar las ventas y cubrir pagos atrasado.
En el mercado de Chiriyacu no se respetan algunas normas de bioseguridad. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Luz Ajila, quien trabaja desde hace unos 30 años en el sitio, compartió la necesidad de reactivar las ventas. La mujer de 60 años tenía mercadería represada y pagos pendientes a proveedores de tela, pues, junto con cuatro de sus hijas, confecciona prendas de vestir.
Este sábado, la comerciante llegó temprano a su local, desde el barrio Chillogallo, para organizar la mercadería. Hasta cerca de las 11:00, aún no registró ventas.
Adonis Barboza, vendedor en un local de calzado, se sumó a la esperanza de Ajila. Antes de la pandemia, las ventas, en un día movido, bordeaban los USD 400. Así que la expectativa es recuperar el movimiento comercial. Él preparó alcohol y gel desinfectante para colocar a los clientes y en el dinero.
Y mientras en el Centro Comercial Chiriyacu se ponían en marcha medidas de seguridad, en el mercado aledaño del mismo nombre, se olvidaban acciones como el distanciamiento, la prohibición de ingresar niños y adultos mayores. A la par, en algunos puestos de comida las personas no respetaban la disminución del aforo.
Aunque, en uno de los patios de comida la mayoría de los locales permanecía cerrado, al menos hasta cerca de las 11:00.
Lo que sí se pudo observar fue, por ejemplo, alfombras para desinfectar el calzado, que no todos los clientes usaban, a diferencia de un lavamanos colocado en el límite entre el mercado y el centro comercial.