Las actividades de los candidatos se transmiten con celulares y otros dispositivos. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
Que sigue vivo. Eso lo aclaró con un tuit el exprefecto de Guayas y ahora candidato a alcalde de Guayaquil, Jimmy Jairala, en relación a una publicación de Internet en la que, por error de un medio televisivo, se mostraba una fotografía suya con una noticia titulada “lo encontraron muerto y aún no hay pistas”.
“Acabo de enterarme que estoy muerto!… bueno, para estar muerto me siento muy saludable! Jajaja. Ya no saben qué inventar”, apuntó Jairala, quien es uno de los postulantes que más actividad tiene en redes sociales. Además de ‘spots’ en YouTube, para difundir sus ofertas de campaña en su cuenta de Twitter, activó la etiqueta #ElMejorGuayaquilDeTodosLosTiempos, que resulta un tanto extensa para los 280 caracteres que exige cada ‘post’ en esa red social.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) dejó a las redes sociales fuera del control para la campaña con miras a los comicios seccionales, que arrancará oficialmente el próximo 5 de febrero y durará 45 días.
Eso se desprende de las reformas al reglamento de promoción electoral, que el organismo aprobó el pasado 21 de diciembre, durante una reunión plenaria. Es decir, los candidatos tendrán vía libre para hacer uso de plataformas como Facebook, Twitter o YouTube.
En el caso de Jairala, a diario se cuentan por decenas las publicaciones que incluyen fotografías, extractos de entrevistas y videos. A esta red social, Jairala se unió en 2010 y tiene 181 000 seguidores.
Con menos intensidad y muchos menos seguidores de los que cuenta Jairala, en Quito también hay candidatos que usan esta plataforma como César Montúfar, aspirante a la Alcaldía por Concertación. O Juan Carlos Holguín, por el movimiento Creo.
La publicación de esos mensajes no siempre está a cargo de los propios candidatos. De eso se encarga el personal entrenado para generar este tipo de contenido (Conmunity Manager).
El experto Pablo Escandón, sin embargo, cree que los actores políticos usan “estrategias completamente viejas”, sin definir un público objetivo y con la generación de contenidos que se repiten entre una y otra red social.
María Sol Corral, quien se inscribió como candidata a la Alcaldía de Quito por el Movimiento Ecuatoriano Unido, lista 4, y tiene el apoyo del Partido Socialista, avizora que lo que se viene no solo será una “batalla” que se libre en mítines y otros espacios, sino también “una guerra de tecnología”.
“Yo les reto a que a través de nuestras redes sociales hagamos la más grande campaña. Les reto a tomar todos sus teléfonos, hacer un tuit de dónde estamos y qué queremos hacer”, les aconsejó a los candidatos de su lista y a sus simpatizantes durante un encuentro.
Andrés Alarcón, quien se encarga de manejar las redes sociales de Corral, sostiene que Facebook se convertirá en un puntal para la campaña, pues esa red social les permite crear comunidades digitales y conocer, por ejemplo, las necesidades de los barrios.
Se trata de la segunda red social más utilizada en el país, detrás de Whatsapp, de acuerdo con Latinobarómetro 2018 (ver recuadro adjunto).
Alarcón asegura que la propia candidata se encarga de contestar a diario los comentarios y que prefiere no polemizar con trolls o falsas noticias (‘fake news’) que usualmente circulan en Internet.
En lo que entre los vocales del CNE todavía no hay consenso es sobre la posibilidad de contabilizar a la publicidad en portales virtuales como un gasto, con cargo a los recursos que les sean asignados por el organismo electoral a los candidatos para la campaña.
Eso ya consta en el reglamento, pero el viernes anterior se presentó un informe jurídico en el que se recomienda que el pautaje solo sea en medios convencionales: radio, televisión, prensa escrita y vallas.
La presidenta del CNE, Diana Atamaint, defendió ese informe al señalar que los portales digitales no son reconocidos por el Código de la Democracia. Sin embargo, no hubo los votos suficientes para la aprobación del documento.
El vicepresidente del organismo, Enrique Pita, no asistió a la sesión y el vocal Luis Verdesoto se retiró abruptamente del Pleno al considerar que se pretende afectar “el principio de máxima divulgación”. El tema podría ser reconsiderado.