Operativo para la clausura de clínicas clandestinas en el Guasmo, en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
La estrecha habitación que compartía con otros cinco jóvenes se convirtió por unos minutos en un consultorio de Psicología. Sentado en un viejo y raído colchón, Alex (nombre protegido) confesó que llegó una semana atrás en busca de un tratamiento contra la drogas. “Ya antes estuve aquí, pero tuve una recaída”.
Este viernes 18 de octubre de 2019, él y otros 11 usuarios de un centro clandestino de rehabilitación del Guasmo, en el sur de Guayaquil, fueron trasladados a un subcentro de salud cercano. La presunta clínica de tratamiento de adicciones fue clausurada por no contar con permisos ni médicos que brinden atención a los pacientes.
El operativo fue coordinado por la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess). También colaboraron policías, bomberos, médicos del Ministerio de Salud y personal de la Intendencia de Policía del Guayas.
Carlos O. L., presunto administrador del lugar, y un terapeuta fueron detenidos. Jessenia Luna, directora de procesos sancionatorios de la Acess en la zona 8, explicó que el propietario era reincidente porque el sitio afrontaba un proceso administrativo anterior.
“Hay presuntas infracciones a varios artículo de la Ley Orgánica de la Salud: el 130 que determina contar con un permiso de funcionamiento, el 97 sobre el mal manejo de desechos y el 185 por no contar con un profesional de la salud”.
El intendente del Guayas, Josué Dumani, explicó que los detenidos tras este último operativo pueden enfrentar una sanción de hasta 15 días de cárcel por no contar con los permisos del Cuerpo de Bomberos. En el caso de las infracciones a la Ley Orgánica de la Salud, la sanción es económica.
Con este son cinco los centros sancionados en Guayaquil en esta semana por funcionar ilegalmente. Los operativos de control se intensificaron tras el fallecimiento de diez jóvenes el sábado 12 de octubre del 2019, durante un incendio en una casa que funcionaba como clínica clandestina también en el Guasmo.
En lo que va del año, solo en la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) la Acess ha ejecutado 79 operativos. 47 centros han sido sancionados con clausuras preventivas, que sugieren realizar cambios para lograr la regularización pero sin atender a usuarios. Otras nueve recibieron clausuras definitivas.
Casas a medio construir. Rústicas y peligrosas conexiones eléctricas. Angostos e insalubres espacios. Baldes que reemplazan a los inodoros. Esas son algunas de las irregularidades de los centros que atienden clandestinamente en sectores urbanomarginales de Guayaquil.
Víctor (nombre protegido) reveló que no recibían atención médica en centro que fue cerrado esta mañana. “Solo aquí, en las camas, teníamos que soportar el síndrome de abstinencia”, dijo antes de tomar su escaso equipaje y subir a un bus del Ministerio de Salud. Después de un chequeo se determinaría el tipo de tratamiento según cada caso, que puede ser ambulatorio, ambulatorio intensivo o residencial.
Pero algunos familiares no estaban de acuerdo con ese protocolo. “Hemos acudido al Ministerio de Salud y nos manda a esperar por una consulta. En cambio estas clínicas son nuestra salida porque son más económicas. Al cerrarlas están mandando a los chicos a las calles a consumir”, se quejó el padre de un usuario de 21 años.
En la zona 8 solo cuatro centros particulares tienen licencia para atender adicciones. Los delegados de la Acess informaron que se está analizando una normativa que permita la apertura de servicios intermedios, que podrían ser implementados con un menor presupuesto.