Daniela Carrasco enseña en casa a sus pequeños, y también ayuda a otros niños. Foto: Patricia Terán / EL COMERCIO
Dasha llegó a Ecuador hace menos de dos años, desde Ucrania. Estaba previsto que fuera a la escuela, a primero de Básica en el ciclo 2020-2021, que empezará el 1 de septiembre en Sierra y Amazonía. Pero la pandemia cambió los planes. Al no hablar español a la perfección -cuenta la madre, Inna Tymoshenko- es imposible que su hija de 5 años aprenda a través de una pantalla. El riesgo de contagio aún es alto en Quito, por lo que los estudiantes arrancarán el año escolar desde casa.
Su hija -dice Inna- necesita la presencia de la persona que le enseñe, por lo que buscó una tutora para homeschooling. También cree que Dasha necesita estar con otros niños, por lo que aspira a enviarla a la escuela el próximo año.
La educación en casa está reconocida en Ecuador desde el 2009, para casos especiales. Pero el Ministerio de Educación amplió la posibilidad para que cualquier alumno acceda a ella, vinculándose a una institución educativa que cuente con la oferta. Los padres son los responsables y encargados del proceso educativo y el plantel valida calificaciones y pases de año.
La Red de Colegios Adventistas es uno de los canales para padres que optaron por educar a sus hijos en casa. De 14 instituciones educativas del país, cinco sirven de ‘paraguas’ para estas familias. En el año 2020-2021, esos centros tendrán la oferta, señaló Andrea Egas, representante de la Red.
El Ministerio socializó el 28 de julio los lineamientos para la implementación de homeschooling, por lo que -aseguran- en el momento no registran solicitudes, ya que los planteles analizan la posibilidad de ofertar el servicio y preparan propuestas.
En este 2020 -dijo Egas- 100 chicos estudian en casa con apoyo de la Red, 70 de ellos en el ciclo Costa. Los colegios de la Red toman a los estudiantes de casa una prueba igual a la de sus alumnos presenciales, para entregarles el pase de año.
Ellos ofrecen apoyo según la realidad de cada familia: hay padres que arman sus propios planes de estudio y otros que les piden eso, además de asesoramiento con actividades semanales para realizar en casa con los chicos.
En los lineamientos para la implementación de educación en casa se solicita que quienes vayan a realizar la labor educativa como tutores tengan título de tercer nivel, de preferencia relacionado al ámbito educativo. De no contar con el título, los padres podrán apoyarse en un docente tutor.
Al menos uno de los padres -dice Egas- no debería trabajar para que pueda dedicarse a la educación de sus hijos. “El aprendizaje es en todos los momentos en familia”.
Carolina Sierra (de pie) ofrece asesoría y educa a sus hijos bajo esta modalidad.. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Así ha sido durante ocho años para Julieta, de 14 años, y Águeda, de 11. Recientemente en su casa renovaron la pintura, cuenta su padre, Cristóbal Cobo. Mientras la niña más pequeña pintó los planetas y las constelaciones en su habitación, aprendió sobre ese tema.
La familia vive en una zona rural de Cayambe, por lo que en una salida a la laguna de Yahuarcocha, sus padres les hablaron de la historia del lugar y los sitios arqueológicos cercanos. En el camino, las niñas identificaron las plantas de la zona. En la educación en casa, los padres vieron la mejor forma de educar a sus hijas, sin exponerlas a la discriminación u otras formas de violencia.
La educación en casa es aplicable desde primero de Básica hasta el Bachillerato. Padres esperan para saber qué instituciones ofrecerán la modalidad, ya que no todos quieren enviar a sus hijos a la escuela cuando el COE lo disponga, sin una vacuna que los proteja del coronavirus.
Las instituciones que ofrezcan homeschooling deberán cobrar el 30% de la pensión.
Si el padre desea que su hijo estudie en esta modalidad en otro país, no debe vincularse a una institución en Ecuador. Esta es otra alternativa en la que asesoran varias madres con experiencia en la modalidad. Daniela Carrasco, por ejemplo, representa a Homeschooling Ecuador, mientras que Carolina Sierra creó Homeschool 593.
El proceso con colegios extranjeros -dice Sierra- es sencillo. Se requiere la acreditación de la institución, que generalmente es de EE.UU., para obtener el pase de año y validarlo en Ecuador. También es importante que los padres sepan qué van a enseñar, por lo que reciben asesoría en la elección de un currículo, que pueden ser libros físicos o plataformas ‘online’. Los planteles estadounidenses que avalan educación en casa para alumnos ecuatorianos permiten el uso de cualquier currículo. Estos paquetes se consiguen desde USD 150 hasta más de USD 1 000, según las características de cada programa. Finalmente, Sierra señala que se debe definir cómo manejar el día a día, ya que el colegio del extranjero solo se encarga de dar a los chicos un pase de año, así que los padres deberán encargarse de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Para que los padres eduquen a sus hijos en casa y validen sus pases de año en el colegio extranjero con el que trabaja Daniela Carrasco, pagan una matrícula y pensión anual, al inicio del ciclo, USD 425 y al final del año cancelan USD 80 por el pase de año, USD 75 para legalizarlo y USD 88 por el envío. No hay una pensión mensual. Esta madre y maestra de varios niños asegura que la modalidad permite desarrollar talentos, que la educación regular frena a muchos.