Ciudadanos chinos esperan al presidente de su país, Xi Jinping, en la calle García Moreno, Centro Histórico de Quito. Foto: Carlos Rojas/EL COMERCIO
Con motivo de la visita del presidente de la República Popular China, Xi Jinping, la Plaza Grande se blindó la tarde de este jueves 17 de noviembre de 2016. La medida tomó desprevenida a buena parte de la ciudadanía que a las 18:00 transitaba por las calles Chile, Espejo, García Moreno y otras que están cerca del Palacio de Carondelet en el Centro Histórico de Quito.
A ese lugar precisamente arribaron las comitivas presidenciales de China y Ecuador, aproximadamente a las 18:10.
En la esquina de la calle Benalcázar y Chile, muy concurrida en las tardes quiteñas, se colocaron vallas metálicas y decenas de uniformados, de la Policía Nacional y del Ejército, limitaban el acceso. “Nadie tiene autorización para entrar a la Plaza Grande”, explicó un militar, vestido con traje gris, a un ciudadano que preguntó por la posibilidad de pasar al Municipio, entidad que está al frente de Carondelet.
Casi nadie pedía explicaciones y la gente prefería caminar una cuadra más al norte para bajar por la calle Mejía. Precisamente cerca de la esquina de esa calle y la García Moreno se colocaron 30 ciudadanos chinos que residen en el país. ” Por aquí va a pasar el presidente de China”, explicó Cristina Zhao, quien vive en Ecuador desde hace cinco años.
Cuando los vehículos pasaron por la calle, los residentes, que vestían camisetas rojas, apenas si lograron mover sus manos en señal de saludo. El operativo policial fue desplegado en esta parte del Centro de Quito y las comitivas pasaron sin detenerse.
Cerca de ese lugar también estaban ecuatorianos que querían participar del evento, pero se encontraron con las calles bloqueadas.
Martín Salvador, estudiante universitario de 19 años, fue uno de ellos. Él llegó con sus amigos Juan Carlos Borja y Alejandra Moya. “No nos dejan pasar, a pesar de que llamé al 911 y me dijeron que sí podíamos venir” dijo algo decepcionado.
Salvador admira la milenaria cultura de China y hasta habla el idioma. Por eso cuando se encontró con los residentes organizados los saludó y deseó más integración entre los dos países. Él habló en mandarín.
A las 19:30 todavía quedaban unos 20 residentes chinos en la calle. Algunos estaban en camiseta y se les notaba con frío. Ellos iban a esperar la salida de los vehículos de la comitiva para volver a saludar brevemente a sus autoridades. El presidente Xi Jinping estará en el país hasta las 15:00 del viernes 18.