El IESS usará parte de sus ahorros para cubrir déficit en el pago de atenciones médicas este 2018. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Enero 26 de 1995. Soldados ecuatorianos ponen en marcha un plan para desalojar a militares peruanos que construyeron un helipuerto en la cordillera del Cóndor y estalla la guerra entre Ecuador y Perú.
Los bombardeos en esa zona, que hoy se conoce como Base Norte, comenzaron a las 17:55. Durante 20 minutos, soldados de Fuerzas Especiales atacaron a los peruanos con morteros.
Era la primera embestida directa de las Fuerzas Armadas y desde temprano las autoridades de Gobierno estaban pendientes de esa operación.
Entrada la noche, a las 19:00, la Dirección de Electrónica de FF.AA. interceptó un telegrama del Perú. En ese mensaje se confirmaba el ataque ecuatoriano. Los soldados que operaban en otros destacamentos escucharon la acción armada a través de radioperadores.
El presidente Sixto Durán-Ballén conocía de la noticia por parte del Ministerio de Defensa. El Primer Mandatario apoyó el ataque y ordenó seguir atentos en la frontera.
En el lado de Perú también había movimiento. 15 000 soldados se trasladaban al teatro de operaciones Norte Bajo. Y se organizaron bajo el mando del general César Ramal.
Los peruanos se habían movilizado a otros puntos dentro de la frontera.
Inteligencia del Ejército ecuatoriano conocía que sus adversarios tenían planificado atacar bases nacionales con armamento pesado de tiro curvo (artillería, morteros).
Los enfrentamientos no terminaron. A las 22:00, militares ecuatorianos recibieron la orden de atacar a los soldados peruanos que se encontraban en la Cueva de los Tayos.
Al día siguiente, los dos ejércitos movilizaron más tropas al sitio de conflicto. Se calcula que Ecuador movió unos 7 000 hombres, para que combatan en el mes que duró la guerra.
En Quito, la gente llenaba la Plaza Grande y llegó el histórico: “¡Ni un paso atrás!”, que inmortalizó al Presidente.
El discurso animó a las tropas, que eran dirigidas por militares como el general Paco Moncayo, el coronel Luis Hernández y otros uniformados.
La guerra seguía y llegó el trágico miércoles. Era un 22 de febrero. Ese día, 13 soldados ecuatorianos fallecieron en combate. Fue el día en que más bajas se registraron.
Eras las 04:30 y las tropas de Perú atacaron con todo su potencial a las bases ecuatorianas, en las que se encontraban reservistas y aspirantes de la Escuela de Formación de Soldados del Ejército.
Ahora, 23 años después, excombatientes del Cenepa regresan a la frontera sur. Allí estarán, por ejemplo, Hernández y Moncayo. Los actores recuerdan detalles de lo sucedido en esos días. EL COMERCIO recogió sus testimonios y los presenta con los cargos que ocupaban en ese entonces.
Alberto Dahik sobre los 23 años de la Guerra del Cenepa. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Alberto Dahik
Vicepresidente
Con el conflicto siempre tuve el cuidado de que la economía no se fuera de las manos, de que no perdiéramos reservas monetarias, de que no hubiera pánico. La Presidencia me había asignado la tarea de recolectar materiales, suministros de la empresa privada, coordinar con el sector privado. 23 años después vemos que esto demostró el profesionalismo de las FF.AA., la responsabilidad del Gobierno, el liderazgo y sensatez del Presidente.
José Gallardo sobre los 23 años de la guerra del Cenepa. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
José Gallardo
Ministro de Defensa
En agosto de 1994 ya me informaron de la amenaza de los peruanos en ocupar el Alto Cenepa. Allí tomé la decisión de recomendar al Gobierno que defendamos con las armas el territorio. El presidente Sixto Durán Ballén estaba enfermo en EE.UU. y conversé con el Vicepresidente. Al otro día me dieron la orden de preparar la defensa del país. Me reuní con los militares más antiguos de cada fuerza y nos establecimos en Twintza, Cueva de los Tayos y Base Sur.
El Gral. Paco Moncayo sobre la guerra del Cenepa. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Gral. Paco Moncayo
Cmdte Operaciones Ejército
Desde el principio organizamos la defensa con soldados de Fuerzas Especiales. En 1981 el Perú nos atacó así. En ese entonces teníamos conscriptos. Pero en el 95 fue diferente. Yo viajé en helicóptero a Quevedo y luego a Loja. Desde allí las tropas se movilizaron por tierra. La orden era defender las cabeceras del Cenepa. Ellos quisieron la Base Norte pero tomé la decisión de atacar. Ganamos la guerra ampliamente y de forma estratégica.
Blasco Peñaherrera sobre los 23 años de la guerra del Cenepa. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Blasco Peñaherrera
Representante en la OEA
Apenas inició el conflicto solicité una reunión a los ministros de relaciones exteriores de la Organización de Estados Americanos (OEA). En el organismo había preocupación y un ambiente negativo para Ecuador. Perú ejercía influencias muy importantes. Desde Washington le comuniqué eso por teléfono al presidente Durán Ballén. Al final, la OEA fue objetiva y antes de que se reunieran los ministros, Perú cedió y aceptó una salida pacífica.
José Ayala Lasso sobre los 23 años de la guerra del Cenepa. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
José Ayala Lasso
Alto Comisionado de la ONU
Cuando la guerra estalló yo estaba en Ginebra. Era el Alto Comisionado de la ONU por los Derechos Humanos y obviamente me comuniqué con el presidente Durán Ballén y le ofrecí mi ayuda. Unos días después le envié una carta y le felicité por el triunfo de la guerra. También le dije que era el momento ideal para buscar la paz en los mejores términos. Luego regresé al país y empecé a negociar la paz. En 1998 la concretamos y puedo asegurar que nunca perdimos territorio.
Heinz Moeller Freile sobre los 23 años de la guerra del Cenepa. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Heinz Moeller Freile
Presidente del Congreso
A mí me designaron para informar a los países amigos y emitir boletines relacionados con la reacción de las naciones americanos, donde EE.UU. tuvo un pronunciamiento casi inmediato pidiendo el cese de fuego para sentarse en una mesa a discutir. Se tramitó la visita de una comisión ecuatoriana a EE.UU. para buscar una mediación. Los americanos nos llevaron a una sala para mostrarnos tomas que por satélite habían hecho de la zona en disputa.
Carlos Larreátegui sobre los 23 años de la guerra del Cenepa. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Carlos Larreátegui
Secretario de la Administración
Yo acompañé de cerca al Presidente. Fui su vocero designado especialmente para el conflicto. Recuerdo que tuvo mucha repercusión unas declaraciones que emití luego de que el presidente Alberto Fujimori se negara a que los ecuatorianos retiráramos los cadáveres de los soldados que cayeron en conflicto. Dije que Fujimori no respetaba ni la paz de los muertos. Esto tuvo una repercusión internacional, porque mostraba su agresividad.
Andrés Vallejo sobre los 23 años de la guerra del Cenepa. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
Andrés Vallejo
Comisión de Defensa
Desde la Comisión de Defensa Nacional del Congreso fuimos testigos de la excelente actuación de nuestras Fuerzas Armadas. La intervención de la Comisión no fue directa, pero los diputados agilizamos la aprobación de una ley que permitía el incremento de los recursos que necesitaba el Gobierno para afrontar la emergencia. Aunque fue un hecho de triunfo, como toda guerra esta también fue dolorosa. El conflicto del Cenepa devolvió el orgullo nacional.
Fidel Araujo sobre los 23 años de la guerra del Cenepa. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Fidel Araujo
Coordinador de medios
Los medios de comunicación de todo el mundo enviaron a sus periodistas. Agencias de noticias como EFE, Reuters y la BBC de Londres llegaron a la línea de ataque. Al principio no creían que había un conflicto. Decían que era un tongo, pero con el tiempo eso cambió. El Ecuador dio acceso total a los medios. En el Perú eso no ocurría. Los periodistas peruanos cubrieron las noticias desde nuestro territorio. Ellos constataron que Ecuador ganó la guerra.