En un improvisado monumento en las afueras del Centro Comercial Cielo Vista Wal-Mart (fondo) donde un tiroteo dejó 20 muertos en El Paso, Texas, el 4 de agosto de 2019. Foto: AFP
Cada vez que se produce una matanza, los ciudadanos estadounidenses debaten sobre las causas que permiten explicar el número récord de tiroteos que se producen en el país y algunos esgrimen razones alternativas a la abrumadora cantidad de armas de fuego.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, un partidario de las armas de fuego, habló este lunes 5 de agosto del 2019 de las “enfermedades mentales” , del “odio” y de los “videojuegos” como responsables de las matanzas que dejaron 31 muertos el fin de semana en Texas y Ohio.
“La gente sufre de enfermedades mentales en todos los países y la gente juega a los videojuegos en todos los otros países. La diferencia está en las armas de fuego”, le respondió en Twitter su rival en las elecciones de 2016, la demócrata Hillary Clinton.
Mercado poco regulado
El derecho al porte de armas está inscrito en la Constitución estadounidense y un tercio de los adultos declara tener al menos un arma de fuego.
En el mercado se pueden comprar fácilmente todo tipo de armas, desde un fusil de asalto a una pistola rosa para niña.
A nivel federal, no hay ninguna norma para regular las ventas entre particulares, que representan cerca de un tercio de las transacciones.
En las tiendas, el vendedor debe revisar los antecedentes penales del comprador antes de entregarle el arma y algunas condenas por incidentes de violencia pueden bloquear la transacción.
Pero cada vez que hay una matanza, emergen voces que piden que haya controles reforzados y la prohibición de las armas de fuego más mortíferas.
La poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) siempre se opone. Y su influencia en la clase política asegura que se adopten muy pocas medidas concretas, a excepción de la prohibición en 2018 de los ‘bump stocks’ , un mecanismo que permite modificar un arma para poder tirar en ráfagas.
La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, adoptó a principios de año una ley para que el control de antecedentes penales sea obligatorio en todas las transacciones. Pero el Senado, controlado por los republicanos, de momento se niega a avanzar en este sentido.
¿Problema de salud mental?
“La enfermedad mental y el odio aprietan el gatillo, no las armas”, afirmó este lunes en un discurso Trump.
En noviembre del 2018, ya había señalado que un exsoldado responsable de una masacre en un bar de California -que dejó 12 muertos- sufría de síndrome de estrés postraumático.
Los republicanos utilizan a menudo este argumento para decir que es inútil regular el mercado de armas y que las acciones deben centrarse en la detección de los perfiles de riesgo.
“Masacrar a un grupo de desconocidos no es un acto de una mente sana”, dijo Jeffrey Swanson, profesor de Psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke.
Un video de cámaras de seguridad muestra al tirador que perpetró la masacre en una sucursal de Walmart en El Paso, Texas. Foto: AFP
Pero el académico apunta que en Estados Unidos hay 10 millones de personas que sufren una enfermedad mental seria y la gran mayoría no tiene un comportamiento violento.
La mayoría de los atacantes “no tiene una enfermedad mental seria que pueda ser identificada, como una esquizofrenia, que le impida al cerebro razonar o ver la realidad”, indicó.
Según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, solo entre el 3 y el 5% de los crímenes violentos son cometidos por personas con problemas psíquicos.
Los juegos de video
“Debemos detener la glorificación de la violencia en nuestra sociedad. Esto incluye horripilantes y espeluznantes videojuegos que ahora son comunes”, dijo este lunes Trump.
Este argumento se repite desde la matanza de Columbine que dejó 13 muertos en 1999, un tiroteo perpetrado por dos adolescentes que podían pasar hasta 15 horas jugando en sus consolas.
Pero Chris Ferguson, un profesor de psicología de la Universidad de Stetson que ha estudiado este fenómeno, dice que no hay una relación causal.
Una imagen del 20 de abril de 1999 captó el momento en el que jóvenes estudiantes eran evacuados de la secundaria Columbine, tras el ataque de dos jóvenes que asesinaron a 13 personas. Foto: Archivo/ AFP
“Los juegos de videos no contribuyen a los tiroteos masivos”, aseguró.
El odio racial
El autor de la masacre de El Paso, identificado como Patrick Crusius, un hombre blanco de 21 años, condujo nueve horas desde Dallas para perpetrar la matanza en esta ciudad fronteriza con la mexicana Ciudad Juárez, donde según el censo un 83% de la población es hispana.
Según los reportes de prensa, Crusius denunció en un manifiesto en Internet una “invasión hispana” en Texas.
Según la cadena CNN, el manifiesto de Patrick Crusius fue publicado en 8chan, un sitio sin censura donde han aparecido otros manifiestos extremistas. La policía de El Paso dijo que no hubo intercambio de disparos cuando Crusius fue detenido. Foto redes sociales
Este lunes Trump condenó la ideología racista del supremacismo blanco, en medio de los ataques a sus propias diatribas contra los inmigrantes.
Sin embargo, la mayor parte de los tiroteos de los últimos años no tuvieron un
Ninguna motivación “clara” animó a Stephen Paddock, autor de la peor matanza de la historia de Estados Unidos, que dejó 58 muertos en Las Vegas en 2017, concluyó entonces el FBI.