Alix Ardila (segunda desde la derecha), acompañada de familiares de la Asociación de Amigos y Familiares de Personas Desaparecidas (Asfadec), realizó un plantón para recordar a su hija Carolina Garzón. Foto: Cortesía Alix Ardila
El rostro de Carolina Garzón, desaparecida el 28 de abril del 2012, descansa sobre la camiseta que viste su madre, Alix Ardila. Ella levanta una insignia “¡Su familia y amigos exigimos la verdad!”, frente a la Fiscalía General del Estado, en la avenida Patria y 12 de octubre, en el centro-norte de Quito este martes 30 de abril del 2019.
Hoy, la madre llegó a la Fiscalía para anunciar formalmente que interpondrá una demanda contra el Estado ecuatoriano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos “por vulnerar los derechos de verdad y justicia en la investigación por la desaparición de Stephany Carolina Garzón Ardila” según se mencionó en un comunicado, difundido el 28 de abril del 2019 por Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh).
“Se cumplen siete años de la desaparición de mi hija y el Estado no me ha dado ninguna respuesta“, dijo Ardila, en una rueda de prensa que se desarrolló a los pies de la Fiscalía.
Miembros de la Asociación de Familiares de Personas Desaparecidas del Ecuador (Asfadec) y allegados de Carolina, una joven nacida en Colombia, apasionada por el periodismo y defensa de los derechos humanos en sectores de conflicto, flameaban una bandera. El mensaje era claro: “Dure lo que dure, cueste lo que cueste, si luchamos como hermanos…los encontramos”.
A Carolina Garzón le apasionaba el periodismo y el activismo que defendía los derechos humanos en sectores de conflicto. Foto: Cortesía Alix Ardila
Carolina era estudiante de licenciatura básica con énfasis en Educación Artística en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, de Bogotá, Colombia.
Se desempeñaba como reportera del periódico El Macarenazo de la misma universidad y fue militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), dirigente de la Unidad Estudiantil (UNES), activista de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) y de la
La última vez que se supo de Carolina fue a eso de las 13:00 del sábado 28 de abril del 2012, cuando -según versiones de sus compañeros de cuarto- ingresó al baño a ducharse, en el sector de Paluco, en Monjas, centro de Quito. Desde ese día, Axil ha vivido entre Bogotá y Quito, exigiendo respuestas sobre qué fue lo que ocurrió con su hija.
Entre el clamor de Axil y quienes la acompañaban, también estuvo presente Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde –quien fue desaparecida por el pastor de su iglesia Jonathan C. el pasado sábado 7 de julio del 2012-. “Hoy respaldamos como Asociación (Asfadec) la demanda que hace la familia de Carolina, que son siete años de negligencia y Fiscalía no ha dado ninguna hipótesis. También exigimos a la comisión de desaparición que tipifique la desaparición cometida persona participantes”, dijo Rodríguez.
Tras cumplirse siete años de la desaparición de Carolina, su madre escribió una carta abierta, publicada en la plataforma web de Inredh el 28 de abril del 2019, en la que relata cómo han sido estos siete años sin Carolina y su lucha por exigir respuestas al Estado ecuatoriano.
A continuación, lea la carta completa:
“Stephanny Carolina Garzón Ardila, amada hija. Llevó 2 557 días esperándote, recordándote. Siete años de impunidad.
Hoy, 28 de abril, hace siete años, 2 555 días inició esta pesadilla. Un sábado 28 de abril de 2012, mi hija Carolina Garzón Ardila presuntamente desapareció en Quito, en esta ciudad, y empezó para mí, mi familia, amigos y compañeros esta dolorosa, incansable e incalculable lucha.
Desde ese día hemos sido testigos de la ineficacia estatal, de violaciones continuas a la debida diligencia; de la falta de especialización fiscal y policial para la búsqueda de desaparecidos; de la ausencia de trato reparador para las víctimas; y del desprecio con que varios funcionarios tratan nuestro dolor.
Desde ese día hemos luchado incansablemente por encontrarla y por que el Estado cumpla con sus obligaciones. En esa lucha, el 12 se septiembre del año 2016, Walter Garzón, el padre de Carolina falleció, víctima de una profunda tristeza por no saber qué pasó con Carolina. Por su partida el Estado ecuatoriano también debe responder.
Los resultados de la Fiscalía y Estado ecuatoriano hasta el momento han sido infructuosos ante las inconsistencias, irregularidades, negligencias y omisiones que se han cometido en el caso de mi hija Carolina desde el inicio de la investigación. Esto ha venido afectando gravemente la situación actual de la misma. Hoy como único resultado visible tenemos es que este 28 de abril de 2019, 7 años después, 2 557 días sigamos sin conocer el paradero, sin saber qué pasó con Carolina y sin que a la fecha haya verdad y justicia .
Por vulnerar los derechos de verdad y justicia en la investigación por la desaparición de Carolina Garzón Ardila se demandará al Estado ecuatoriano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Durante estos 7 años; 2 557 días, la familia Garzón Ardila escuchó diversas promesas del gobierno de Ecuador; lamentablemente no pasan de ser promesas.
Carolina, amada hija, eres mi ánimo cada día al despertar. Eres mi fuerza, mi esperanza, mi motivación y mis mayores ganas de vivir. No existe dolor más grande como el que yo siento ahora, pero esto y el inmenso amor por ti me impulsan a continuar en esta ardua y constante lucha hasta encontrarte”.