De izquierda a derecha, el Secretario de Vivienda Sajid Javid, el Secretario de Ambiente y Asuntos Rurales Michael Gove, el exministro de Relaciones Exteriores y exalcalde de Londres Boris Johnson y el actual ministro de Relaciones Exteriores Jeremy Hunt. Foto: AFP
Los diputados del Partido Conservador británico deciden este jueves 20 de junio de 2019, en dos rondas de votos sucesivas, cuál de los otros tres candidatos restantes intentará frenar el avance arrollador del controvertido Boris Johnson hacia el liderazgo del partido y el gobierno del país.
En la tercera ronda, celebrada el miércoles 19, Johnson, de 55 años, conocido por su indisciplinada cabellera rubia y sus incendiarias declaraciones, asentó su indiscutible liderazgo obteniendo los votos de 143 de los 313 diputados.
Frente al exministro de Relaciones Exteriores y exalcalde de Londres quedan otros tres aspirantes: el ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, de 52 años; el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, de 51 años; y el ministro del Interior, Sajid Javid, de 49 años.
Uno de ellos será eliminado en una votación de los diputados Tories que comenzó a las 09:00 locales y cuyo resultado se conocerá al cabo de unas tres horas. Y otro lo será por la tarde, en una operación idéntica que hacia las 17:00 designará el nombre de los dos finalistas.
Uno de ellos, es ya conocido: Alexander Boris de Pfeffel Johnson, carismático y polémico, defensor de un Brexit duro, uno de los políticos más populares del país pero también uno de los que más división provoca.
A partir del sábado, Johnson y su rival emprenderán una campaña que los llevará por todos los rincones del país para presentar sus programas a los 160 000 miembros de la formación, quienes tendrán la última palabra durante una votación organizada a finales de julio.
El vencedor se convertirá en el nuevo líder del Partido Conservador y como tal asumirá el cargo de primer ministro, ocupado hasta ese momento por Theresa May, quien se vio obligada a dimitir por su incapacidad para lograr que el Parlamento aprobase el acuerdo de Brexit que negoció con la Unión Europea.
“Los británicos están hartos”
Llevar a cabo la salida británica de la UE será la prioridad del nuevo jefe de gobierno pero la elección de un flamante líder no debería cambiar sustancialmente la situación: los conservadores no tienen mayoría absoluta en el Parlamento y Bruselas insiste en que no está dispuesta a reabrir la negociación.
Previsto inicialmente para el 29 de marzo de 2019, el Brexit -que fue decidido por 52% de los votos en un referéndum en 2016- tuvo ya que ser aplazado dos veces, la última hasta el 31 de octubre.
Y, aunque en los últimos días moderó su lenguaje, Johnson se ha declarado determinado a no pedir más prolongaciones.
Esto vuelve a poner sobre la mesa la temida opción de un Brexit sin acuerdo, que los círculos empresariales británicos fustigan por las caóticas consecuencias que tendría para la economía: desde penuria de medicamentos hasta reimposición de aranceles y monstruosos atascos en los puertos por el retorno de los controles aduaneros.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo el jueves a la radio pública BBC que un Brexit brutal convertiría a Reino Unido en “un país diferente”. “Será un país disminuido. Es inevitable”, advirtió.
Y el ministro británico de Finanzas, Philip Hammond, asegura que no puede imaginar a ningún gobierno conservador “persiguiendo activamente un Brexit sin acuerdo”, según extractos de un discurso que debía pronunciar frente a altos cargos de la poderosa banca londinense.
En el único de los dos debates televisivos en que participó, el martes por la noche Johnson aseguró: “Debemos salir (de la UE) el 31 de octubre porque, de lo contrario, temo que suframos una pérdida catastrófica de confianza en la política”.
“Los británicos están hartos de esto”, afirmó. No obstante rehusó “garantizar” que el país abandonará el bloque en esa fecha “con o sin acuerdo” como había dicho anteriormente.
Frente al favorito, Hunt se esfuerza por encarnar la alternativa “seria” haciendo hincapié en su éxito en los negocios, que lo convirtió en multimillonario, y su larga carrera política.
Durante el debate, Hunt y Gove coincidieron en afirmar que podría ser necesario pedir un nuevo aplazamiento si se vislumbra la posibilidad de alcanzar un acuerdo que obtenga el respaldo del Parlamento.