La demanda de pasajeros de los 475 buses urbanos de Cuenca se redujo desde la reanudación del servicio el 1 de junio de 2020. De acuerdo con datos de la Cámara de Transporte de Cuenca, tienen una reducción del 80% con respecto al mismo mes del 2019.
Según el directivo de la Cámara de Transporte de Cuenca, Wilmer Bravo, hay factores que incidieron para esta reducción, que afecta económicamente a la operación.
La primera es el funcionamiento del tranvia desde el 1 de junio. Él dijo que cerca de 18 000 personas al día se transportan de forma gratuita en este sistema administrado por el Municipio de Cuenca.
El segundo factor, dijo Bravo, es que los usuarios no están usando -como antes- el servicio de transporte de buses. “Eso genera un grave problema en la recaudación, que no avanza para cubrir los gastos de operación”.
Por esa situación, la Cámara de Transporte de Cuenca solicitó un aporte económico a la Municipalidad para mantener sustentable la operación. Habló de salarios de los choferes, mantenimiento, pago de créditos, sanitización de las unidades debido al covid-19.
Bravo recordó que cuando se aprobó la ordenanza para el incremento de la tarifa se establecieron requerimientos para los transportistas, “que hemos cumplido”. Entre otros, la renovación total de la flota hasta marzo de 2020. Por este proceso están endeudados en USD 60 millones.
Bravo dijo que el compromiso de las autoridades era incrementar el pasaje a USD 0,34. Hasta ahora es de 0,31, de los cuales un centavo es subsidiado por el Municipio. El resto cancelan los pasajeros.
Los choferes solicitan el equilibrio económico del servicio, que está contemplado por ordenanza. Al estar en color amarillo, el aforo de los buses solo es del 50% de su capacidad total, que es de 90 pasajeros. Además, se establecía que la tarifa suba de USD 0,31 a 0,34 cuando se renueve toda la flota. Eso ya ocurrió, dijo el presidente de la Cámara de Transporte, Manolo Solís. Según él, bajo las actuales circunstancias la operación no sería sustentable.