El ex presidente sería alojado en el Complejo Médico Penal de Pinhais. Vestirá el clásico mono naranja y solo podrá ver el sol dos horas diarias. Foto: Infobae
El juez brasileño Sergio Moro emitió la tarde de este jueves, 5 de abril del 2018, una orden de prisión contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 12 años y un mes de cárcel por corrupción.
Esto después que el Supremo Tribunal Federal rechazó, por 6 votos contra 5 y en una muestra de la división que el caso Lula genera en el país, un hábeas corpus en el que la defensa solicitaba que el exmandatario solo sea conducido a prisión cuando no le queden más recursos ni en tercera ni en última instancia judicial.
Moro, magistrado emblema de la operación Lava Jato, indicó en su decisión que le concede a Lula, “en consideración de la dignidad del cargo que ocupó, la oportunidad de presentarse voluntariamente ante la Policía Federal de Curitiba, sur de Brasil, antes de mañana viernes, 6 de abril, a las 17:00.
Ahora, Lula ya está un paso de la cárcel. Lo saben sus abogados, lo sabe él y también la Policía Federal de Curitiba que, según el diario O Globo, intensificó los preparativos para recibir a Lula en la ciudad. Entre las informaciones que detalla el periódico figura que la policía está adaptando una celda para recibirlo.
De hecho, ya saben que el ex presidente tendrá un cronograma restringido de dos horas diarias para ver el sol, y durante los primero meses no recibirá visitas de familiares en conjunto con otros detenidos.
En un principio, el juez Sergio Moro había planificado que Lula fuera alojado en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, donde están detenidos otros presos del la Lava Jato que negocian beneficios a cambio de información, como Eduardo Cunha, exdiputado y expresidente de la Cámara de Diputados del Congreso de Brasil condenado por recibir sobornos en el escándalo que involucra a la empresa estatal Petrobras. Pero Lula solo estará en un primer momento allí, porque no estaría seguro.
Así que, según Folha de Sao Paulo, para resguardar la integridad del exmandatario -de la animosidad de presos y carceleros– lo trasladarán al Complejo Médico Penal de Pinhais (CMPP), en São José dos Pinhais (Región Metropolitana de Curitiba).
En el CMPP hay hoy 659 presos. Es una cárcel destinada a detenidos enfermos o con problemas psiquiátricos, pero que pasó a acoger a expolicías y también a presos condenados por crímenes de cuello blanco, que quedan en un pabellón aislado en el fondo del complejo penitenciario. Los llevan allí para protegerlos de las violentas extorsiones de los presos comunes.
Las celdas son de 12 metros cuadrados y están separadas unas de otras por portones con rejas metálicas. Cada una suele albergar a dos presos aunque se prevé que Lula esté solo.
Los presos pueden tener televisión, siempre que sea proporcionada por sus familias y los propios internos tienen que limpiar sus celdas. Todos visten el mono naranja de presidiarios.
Las celdas del Complejo Médico Penal de Pinhais miden 12 metros cuadrados. Foto: Infobae