Brasil no tolera manifestantes en los Juegos Olímpicos

Un grupo de personas junto a los anillos olímpicos durante el amanecer en la playa de Copacabana en los Juegos Olímpicos de Río 2016 en Río de Janeiro. Foto: EFE

Un grupo de personas junto a los anillos olímpicos durante el amanecer en la playa de Copacabana en los Juegos Olímpicos de Río 2016 en Río de Janeiro. Foto: EFE

Un grupo de personas junto a los anillos olímpicos durante el amanecer en la playa de Copacabana en los Juegos Olímpicos de Río 2016 en Río de Janeiro. Foto: EFE

Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Río respaldaron ayer, domingo 7 de agosto del 2016, la decisión de la policía de detener a hinchas que levantaban carteles contra el impopular presidente interino Michel Temer en estadios.

“Estamos alertando al público de que estos tipos de manifestaciones no están permitidas dentro de las instalaciones”, dijo el portavoz del comité organizador Río-2016, Mario Andrada, a periodistas.

En múltiples incidentes desde la apertura de los Juegos el viernes, la Policía ha confiscado pequeños carteles que leen “Fora Temer” (Fuera Temer) .

Algunos de estos casos consisten en una hoja de papel blanco desplegada en silencio hasta que interviene la Policía.

A veces el eslogan aparece en un cartel levantado atrás de una cámara de televisión mientras los periodistas filman en las calles. Un hombre que cargó la antorcha olímpica la semana pasada se pintó la leyenda en blanco en sus nalgas, y la reveló al bajarse el short.

Otros solo gritan “¡Fora Temer!” , un grito de guerra que se escuchó en masa en la ceremonia inaugural de los Juegos el viernes en el estadio Maracaná, cuando el presidente interino declaró abiertos los Juegos en una breve frase.

Temer, el exvicepresidente, asumió la jefatura de Estado en mayo, cuando la presidenta electa Dilma Rousseff fue suspendida del cargo mientras es juzgada por el Congreso por maquillaje de las cuentas públicas.

Rousseff puede ser destituida a fines de agosto, apenas días después del fin de los Juegos.

Con la crisis política llegando al clímax, los organizadores no han conseguido impedir que las tensiones salpiquen las Olimpíadas.

En una versión creativa del movimiento anti-Temer, un grupo de personas en el partido de fútbol femenino entre Estados Unidos y Francia en Belo Horizonte el sábado se sentó en una fila con camisetas que juntas deletreaban “Fora Temer”.

Fueron expulsadas del estadio, informó el diario Folha de Sao Paulo.

El video de otro incidente colgado en las redes sociales que ha conseguido casi dos millones de espectadores muestra a cuatro agentes de la policía de élite rodeando y expulsando a un manifestante de su asiento en un estadio.

Prohibición olímpica a las protestas 

La tolerancia cero a protestas pacíficas ha despertado indignación en la izquierda y llamados a nuevas protestas.

“¡Es increíble! ¡Expresar una opinión ahora te lleva a prisión!” , dijo la senadora Gleisi Hoffmann, del izquierdista Partido de los Trabajadores de Rousseff. “Estamos retrocediendo en el tiempo”, dijo en un comentario en Facebook.

Pero las autoridades olímpicas dijeron el domingo que los eslóganes políticos están prohibidos en los estadios de acuerdo a la Carta del Comité Olímpico Internacional (COI) , que dice que “ningún tipo de protesta” está permitida.

“Se pide a las personas que están protestando políticamente en instalaciones (olímpicas) que no lo sigan haciendo, y si lo hacen, se les pide que se vayan. Este es un templo del deporte y precisamos concentrarnos en eso” , dijo Andrada.

“Obviamente, las manifestaciones afuera de las instalaciones son permitidas, siempre y cuando no sean violentas”.

Mientras las críticas aumentaban, el ministerio de Justicia sacó un comunicado diciendo que las reglas prohíben a los espectadores entrar con cualquier “ítem que pueda perjudicar la competición” y esto incluye “cualquier ítem con un mensaje político, religioso, racista, discriminatorio, difamatorio o xenófobo”.

Aparentemente en referencia al caso del hombre que fue expulsado del estadio por gritar “fora Temer” en una competición de tiro con arco, el ministerio dijo que estaba “molestando a atletas y a otros hinchas”.

Impopular y más impopular

Desde que se convirtió en presidente interino, Temer nombró a un nuevo gobierno que se ha colocado claramente a la derecha de la plataforma izquierdista de Rousseff. Si es destituida, Temer gobernará hasta fines de 2018.

Rousseff y sus seguidores aseguran que Temer tramó un golpe en su contra.

Los sondeos muestran que Rousseff es profundamente impopular y Temer es apenas algo mejor. La crisis, a la cual se suma la peor recesión en décadas, está creando un telón de fondo de enojo para unas Olimpíadas que debían ser la fiesta de graduación de Brasil.

“Los brasileños están muy insatisfechos” , dijo Fabiana Amaral, de 32 años, al visitar la llama olímpica situada en una renovada calle peatonal del centro de Rio.

“Cualquiera que se hubiera sentado allí (durante la ceremonia inaugural) hubiera sido abucheado. Si hubiese sido Dilma, no Temer, hubiera sido peor. Fue una oportunidad para demostrar nuestro enojo” , dijo esta arquitecta.

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