Gabriela (i) y Pamela (d) mostraron su alegría durante su boda en el Registro Civil. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Así como no creía en el amor a primera vista, tampoco se imaginaba que su relación de pareja se convertiría en una lucha. Pamela Troya se lo confesó a Gabriela Correa en sus votos matrimoniales.
Amigos, familia y activistas por los derechos de la población Lgbti (Lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexo) fueron testigos de la promesa de amor de la pareja de mujeres que inició la lucha por el matrimonio igualitario en Ecuador, en el 2013.
Vestidas de negro y blanco, y con los simbólicos colores del arcoíris que han acompañado la lucha de las parejas del mismo sexo, las novias llegaron este lunes 5 de agosto del 2019 al Registro Civil de San Blas para decirse sí.
“La lucha por el matrimonio ha tenido un fin maravilloso”, dijo Pamela, en medio de la emoción y los nervios de una ceremonia soñada.
Hace seis años las mujeres fueron a esa misma sede del Registro Civil con la intención de casarse. Ahí les dijeron que solo pueden contraer matrimonio un hombre y una mujer.
Por eso eligieron el mismo día, hora y sede institucional para celebrar su matrimonio civil, luego de que el 12 de junio pasado, en Ecuador se dio apertura para que parejas del mismo sexo se casen.
Ese día, la Corte Constitucional (CC) dio paso al matrimonio igualitario, al reconocer que la Opinión Consultiva 24/17 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es vinculante en Ecuador.
En el documento se establece que los Estados que forman parte del Pacto de San José, como Ecuador, deben garantizar el derecho al matrimonio a parejas del mismo sexo.
Según los datos del Registro Civil, Pamela y Gabriela son la octava pareja en contraer matrimonio desde que las sentencias de la Corte Constitucional, que reconocen el matrimonio igualitario, entraron en vigencia con su publicación en el Registro Oficial, el 8 de julio.
Hasta este lunes se han casado ocho parejas: seis de mujeres y dos de hombres, en Santo Domingo, Guayas y Pichincha. Y, se agendaron dos matrimonios más entre parejas del mismo sexo en Pichincha, dos en Guayas y una en Galápagos, hasta el 31 de agosto.
Entre los matrimonios que se hicieron públicos en el país están los de Giovanny y Boris, en Guayaquil; el de Michelle y Alexandra, en la misma ciudad, y el de Gina y Verónica, en Santo Domingo. También existen cuatro registros de matrimonios en el exterior.
La lucha de la pareja que se casó ayer en Quito es una victoria para gente que se alegra desde el anonimato, manifestó el asambleísta Fabricio Villamar, quien realizó la ceremonia del matrimonio, junto a la jueza Ximena Iglesias.
Alexandra y Michelle se convirtieron en la primera pareja del mismo sexo en concretar su matrimonio en Ecuador. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Los testigos legales fueron Diana Troya, hermana de Pamela, y Ramiro García, presidente de la Federación Nacional de Abogados del Ecuador. Además, la abogada y activista feminista y por los derechos Lgbti Silvia Buendía y el asambleísta Sebastián Palacios fueron testigos de honor.
“Ahora somos señora y señora”, dijo sonriente Pamela, mientras su esposa la miraba. “Finalmente consolidamos este gran sueño, esta lucha por los derechos, por justicia, por el reconocimiento de nuestras familias y por la igualdad”.
Diana Maldonado, vocera de Matrimonio Civil Igualitario en Guayaquil, indicó que se abren nuevas luchas para la población Lgbti. Cuenta que, por ejemplo, se oponen a que el Registro Civil exija a las parejas del mismo sexo y que tengan hijos, un certificado del proceso de fertilización, ya que ese no es un requisito para las parejas heterosexuales.
Entre las disposiciones de la CC, en favor de la población Lgbti, se dispuso que la Asamblea Nacional legisle en favor de los derechos de las parejas del mismo sexo.
Silvia Buendía asegura que la elaboración de esas leyes está pendiente y que es necesario que el Legislativo se plantee una agenda para atender los derechos de esta población.
La Ley que entró en vigencia el 8 de julio es inapelable, según el artículo 440 de la Constitución, que reconoce el carácter de las sentencias de la Corte Constitucional.
Este lunes se cerró un ciclo, dijo Pamela. “En el mismo día, a la misma hora y en el mismo Registro Civil somos esposa y esposa”. Gabriela no se cansó de agradecer. “Quiero envejecer contigo, amor”, expresó.