Por la aglomeración, las puertas de la central fueron cerradas. Foto: Enrique Pesantez/EL COMERCIO
Los alrededores de Alianza País (AP) en Guayas se volvieron el epicentro de concentraciones de las dos corrientes del oficialismo -afines a Lenín Moreno y Rafael Correa– en la provincia más poblada del país.
En la sede política, ubicada en Rumichaca y Padre Solano, se dieron cita desde las 15:00 de este lunes 30 de octubre del 2017 simpatizantes oficialistas que respaldan las siete preguntas de la consulta popular. Varios de ellos llegaron con camisetas rojas de la Alianza Bolivariana Alfarista, afín a la vicepresidenta encargada, María Alejandra Vicuña; y de la asambleísta Guadalupe Salazar.
Por la aglomeración, las puertas de la central fueron cerradas. Ahí ellos se encontraron con otros militantes cercanos a Marcela Aguiñaga, directora provincial de AP. Ellos, en cambio, se oponían a las preguntas relacionadas a la reelección indefinida y al cese de funciones de los consejeros de Participación Ciudadana.
Hasta el lugar llegaron miembros de la Policía Nacional para controlar el orden público.
Pasadas las 15:30 los dos bandos oficialistas gritaron consignas a favor y en contra de la consulta popular. “Sí a la consulta” gritaron quienes apoyan al jefe de Estado; al mismo tiempo los simpatizantes de Rafael Correa respondían “no a la consulta”.
En la central política está prevista que a las 17:00 una reunión extraordinaria y autoconvocada por 23 directores cantonales y distritales de Guayas para concretar un respaldo a las siete preguntas. Esa posición se contrapone con la expresada por Aguiñaga, quien se opone a dos de ellas.
Carlos Serrano, secretario de Acción Política de AP, afirmó que las puertas de la sede se cerraron para evitar desmanes y que únicamente se permitirá el ingreso de los directore. Sin embargo, dijo que la decisión que tomen no es vinculante. La palabra final la tendrá la dirección nacional.