Los turistas llegan de a poco al balneario de Las Palmas, en Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
La playa de Las Palmas, en el cantón Esmeraldas, se reactiva con la reapertura de los locales de venta de comidas típicas, controles de seguridad, rehabilitación de dos miradores turísticos y viajes en parapente, para observar la playa desde lo alto el perfil costanero.
Los 10 restaurantes que están en el patio de comidas del malecón ofrecen platos típicos de la cocina esmeraldeña, preparados a base de mariscos.
Desde que el cantón pasó a semáforo amarillo se observa una mayor presencia de personas que acuden los sábados y domingos a degustar cebiches o una variedad de bolones, frente al mar.
Los dueños de los locales aseguran que después de seis meses intentan recuperarse del impacto económico ocasionado por la pandemia y hacen rebajas en los precios para atraer a sus clientes.
El presidente de la Cámara Provincial de Esmeraldas, Víctor Orellana, dice que 20 locales del malecón cerraron sus puestas de forma definitiva, pero los que se quedaron han empezado a reactivarse poco a poco.
Los turistas reaalizan parapente en el balneario Las Palmas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
En la playa se aplican las normas de bioseguridad y el uso obligado de la mascarilla. Los controles se hacen en los parasoles que colocan las familias para pasar unas horas frente al mar.
La Policía Nacional y Policía Municipal están presentes desde las 09:00 hasta las 17:00. Recorren el balneario, especialmente los fines de semana, cuando hay más afluencia.
Uno de los mayores atractivos ha sido la rehabilitación de los miradores turísticos El Faro y El Regocijo. En El Faro, la comunidad construyó juegos infantiles con llantas recicladas y se readecuaron pequeños locales para la venta de comida rápida.
Algo similar ocurre en El Regocijo, en parte alta de Las Palmas, donde se construyó una especie de chozón de madera, para el funcionamiento de cinco negocios de comida típica esmeraldeña. Desde el sitio se observan el balneario de Las Palmas, Punta Gorda (área de pesca) y los oleoductos (OCP –SOTE).
Los miradores son un atractivo en el balneario Las Palmas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
La concejala Belinda Lara, presidenta de la Comisión Municipal de Turismo, refiere que la adecuación de los miradores se convierte en una alternativa para las familias esmeraldeñas, que han empezado a salir tras el relajamiento de las medidas por el covid-19.
En ese mismo sitio existe un área para la práctica del parapente, para quienes deseen experimentar un vuelo de 10 minutos y sobrevolar el perfil costero y el malecón de Las Palmas.
“Con estas acciones el sector turístico de Esmeraldas irá reactivándose”, dijo el presidente de la Asociación de Bares y Negocios de Las Palmas, Walter Drouet.