Trabajo comunitario para sancionar a quienes beben en las calles de Quito, en lugar de multa

En el Parque Cumandá, Centro Histórico de Quito, infractores realizaron trabajo comunitario este 5 de septiembre del 2020. Foto Cortesía Municipio de Quito

En el Parque Cumandá, Centro Histórico de Quito, infractores realizaron trabajo comunitario este 5 de septiembre del 2020. Foto Cortesía Municipio de Quito

En el Parque Cumandá, Centro Histórico de Quito, infractores realizaron trabajo comunitario este 5 de septiembre del 2020. Foto Cortesía Municipio de Quito

Las personas que infringen la ley al beber licor en el espacio público son sancionadas en el Distrito Metropolitano de Quito con una multa que puede ir entre USD 100 y 200, dependiendo de si hubo o no escándalo de por medio y si son reincidentes.

Estefanía Grunauer, supervisora de la Agencia Metropolitana de Control (AMC), explica que la mayoría de los sancionados suelen ser jóvenes estudiantes que no ganan un sueldo y por tanto no tienen dinero para pagar la multa, más en esta época de pandemia y crisis económica.

Con el fin de que la sanción se ejecute y a la vez no afecte a los padres de los chicos, a ellos se les brinda la opción de hacer trabajo comunitario para pagar su deuda. El trabajo comunitario se paga a razón de USD 2 la hora. Es decir que si la multa es de USD 100 el imputado tendrá que sumar 50 horas de trabajo comunitario. Este sábado 5 de septiembre del 2020, 20 jóvenes infractores escogieron pagar su deuda trabajando para servir a la comunidad.

Ellos se reunieron, convocados por la AMC, en el Parque Cumandá y allí colaboraron durante la mañana con los arreglos y adecuaciones requeridas por la Administración Zonal Centro. Este 2020 los infractores también han colaborado para recuperar parques en los barrios Santa Anita, El Placer y San Sebastián. Cuando se detecta y sanciona a los bebedores en el espacio público se les informa que tienen esta opción de trabajar para la comunidad y evitar pagar la multa.

Las infracciones por libar en el espacio público son recurrentes en la ciudad. Solo este año han sido ubicados 200 jóvenes por beber licor en la calle. La mayoría escogió trabajar para pagar su error. Una vez que ellos presentan un escrito de petición de abonar su deuda con trabajo comunitario, la acción tiene que ser aprobada por el Municipio. Luego se reúne a los infractores en grupos.

De acuerdo con las peticiones de las administraciones zonales los jóvenes acuden a los sitios en los que hace falta su trabajo. A veces los pedidos canalizados son hechos directamente por los barrios, como ocurrió hace semanas en el sector de El Placer. Los vecinos entregaron la pintura y la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas puso a disposición las herramientas necesarias.

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