Jóvenes asfixiados y calles cubiertas de piedras dejan las protestas en el Centro Histórico de Quito

Los Policías arremetieron contra los manifestantes y miembros de prensa, durante la manifestación por el paro de los transportistas. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

Los Policías arremetieron contra los manifestantes y miembros de prensa, durante la manifestación por el paro de los transportistas. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

Un enfrentamiento entre manifestantes y la Policía se registró en el Centro Histórico de Quito, durante la paralización de transportistas este 3 de octubre del 2019. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

Los estudiantes de la Universidad Central del Ecuador avanzaron desde la avenida América para protestar en contra de las medidas económicas anunciadas por el presidente Lenín Moreno, la mañana de este jueves 3 de octubre del 2019. Antes de llegar al Centro Histórico de Quito no hubo disturbios en el recorrido.

La manifestación, que se desarrolló durante el paro de transportistas, avanzó por la calle Guayaquil, pasadas las 10:00. Al llegar a la Olmedo, el primer cerco policial impidió a los manifestantes acercarse a la Plaza Grande. Los estudiantes se detuvieron en ese punto por un momento. Tras reunir a suficientes personas derribaron las mallas e hicieron a un lado a los agentes policiales, abriéndose paso hacia Carondelet.

Ahí empezaron los disturbios. Las bombas lacrimógenas y los carros antimotines empezaron a recorrer las calles del centro. Los manifestantes cubrieron sus rostros para protegerse del gas. Para entonces se unieron nuevos actores, entre ellos chicos que dijeron ser estudiantes del Colegio Mejía.

Algunos habitantes del Centro Histórico apoyaron a los manifestantes. Desde los balcones de las casas coloniales lanzaban periódico y otros materiales para que el fuego que las personas prendieron en las calles no se apague.

El fuego no solo fue una forma de cerrar las calles. A él acudieron jóvenes manifestantes y equipos de prensa para que el humo aplaque el daño causado por el gas pimienta. Durante toda la mañana de este jueves, las calles del centro se llenaron de personas esforzándose por recuperar la respiración y la visión, perdidas por el gas.

Los huelguistas prendieron fuego para cerrar las calles y se enfrentaron cara a cara con miembros de la Policía, que lanzaron bombas lacrimógenas durante toda la mañana para evitar el paso hacia la Casa de Gobierno.

En la Plaza del Teatro, líderes estudiantiles se pararon frente al carro antimotines, desde donde la Policía lanzaba bombas de gas. Ahí le prendieron fuego a un colchón para evitar que el blindado avance hacia los protestantes.

Periodistas fueron atacados por la Policía pese a que se identificaron como prensa.

Sin esperar ser atacados por la Policía Nacional, periodistas y fotógrafos de EL COMERCIO, agencias de noticias y distintos medios de comunicación, entre otros, registraban el paro en el Centro Histórico, con sus respectivos distintivos de prensa.

En la esquina de las calles Venezuela y Olmedo, dos periodistas filmaban con sus celulares el correteo de los manifestantes, que huían del escuadrón policial antimotines. Los uniformados los acorralaron con sus escudos y los empujaron hacia el carro blindado.

Al percatarse del hecho, el fotógrafo Diego Pallero intentó acercarse para grabar con su celular, pero los policías lo impidieron.

Entonces se registró el hecho violento. El fotógrafo Julio Estrella se acercó a registrar los hechos con su cámara, junto a Pallero. Los Policías hicieron que el fotoperiodista caiga al piso y ahí, alrededor de 10 uniformados lo patearon, tendido en el piso.

Otros policías del mismo grupo agredieron con sus toletes los brazos de las periodistas que filmaban, intentando que dejen caer sus celulares. Con los golpes lograron su objetivo y los pisaron e intentaron patearlos para que caigan en una alcantarilla de la calle Venezuela.

Los Policías arremetieron contra los manifestantes y miembros de prensa, durante la manifestación por el paro de los transportistas. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

Los manifestantes se encontraban a una cuadra de esta intersección, observando la agresión policial hacia la prensa. “Somos prensa”, gritaban periodistas y fotógrafos, para que los policías dejen de golpearlos. Uno de los uniformados arrancó la credencial de prensa de una periodista y lanzó el distintivo.

Tras el hecho, los trabajadores de los medios decidieron permanecer juntos para protegerse de la Policía. Luego de verificar que los agredidos podían ponerse de pie, los fotógrafos de EL COMERCIO, La Hora y API se dirigieron hacia los policías. “Estamos haciendo nuestro trabajo, no nos agredan”, les dijeron. Los uniformados sacaron los gases pimienta y los rociaron directamente sobre el rostro de los fotoperiodistas, quienes fueron atendidos por personal de emergencia.

Atuendos de protección, cascos, máscaras, carros blindados, escudos, gas y toletes eran las herramientas de los uniformados. Los periodistas llevaban consigo cámaras, celulares y grabadoras.

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