Argentina empezó a elegir presidente entre un peronista de centro o un liberal de derecha

Los primeros electores que acudieron a las urnas decidirán el giro que deberá tomar Argentina con el nuevo presidente. Foto: EFE

Los primeros electores que acudieron a las urnas decidirán el giro que deberá tomar Argentina con el nuevo presidente. Foto: EFE

Los primeros electores que acudieron a las urnas decidirán el giro que deberá tomar Argentina con el nuevo presidente. Foto: EFE

Los argentinos empezaron a votar este domingo 22 de noviembre del 2015, en un histórico balotaje presidencial que enfrenta al liberal de derecha Mauricio Macri con el peronista moderado Daniel Scioli, y pone fin a un ciclo de 12 años de kirchnerismo.

El vencedor asumirá el 10 de diciembre, día en que se desprenderá del bastón de mando Cristina Kirchner (62 años), una peronista de centroizquierda que gobernó dos mandatos tras suceder a su extinto marido Néstor Kirchner (2003-2007).

Unos 32 millones de electores están habilitados para acudir a las urnas. Los sondeos dan como favorito a Macri, pese a que en la primera vuelta fue superado por tres puntos (37,0% a 34,1%).

Si gana Macri (56 años) será la primera vez que un líder de derecha y representante de la alta sociedad llega al poder por las urnas en elecciones libres, sin una dictadura que lo sostenga, ni fraudes o candidatos proscriptos.

Cuando en Argentina hubo comicios libres, se alternaron en el poder el Partido Justicialista (PJ, peronista) o la Unión Cívica Radical (UCR, socialdemócrata).

Scioli (58 años) es un excampeón mundial de motonáutica e hijo de un comerciante de electrodomésticos que urdió una alianza táctica con Kirchner, pero sin su estilo confrontativo ni radical.

Macri es un expresidente del popular club de fútbol Boca Juniors e hijo de un inmigrante italiano dueño de un imperio de negocios. Si es elegido deberá formar alianzas en el Congreso, donde el kirchnerismo controla el Senado y es la primera fuerza en Diputados.

Un estudio de la consultora Management & Fit arroja una ventaja para Macri de 55,3% a 44,7%.

Débil crecimiento y dólar

El gobierno saliente deja una economía con señales muy débiles de crecimiento, de 2,2% en el primer semestre. La inflación es superior al 20%. El consumo se mantiene firme con salarios ajustados en negociaciones libres sindicatos-empresas (paritarias).

Los Kirchner reestatizaron empresas de servicios y nacionalizaron la del petróleo. Arreglaron el 93% de la deuda en 'default' desde 2001. Pero el 7% de acreedores, los fondos especulativos (buitres), le plantean un duro litigio en Nueva York.

En 12 años se crearon cinco millones de empleos, se alentó la ciencia y la tecnología. Millones de personas gozan de subsidios y jubilaciones especiales.

Sin embargo, se le achaca al kirchnerismo un bajo nivel de creencia en las instituciones, presiones a la Justicia y críticas a las potencias que la aislaron. Además, las reservas del Banco Central vienen cayendo al sufrir una demanda sin pausa de dólares.

El cambio

Bajo la consigna “tenemos que cambiar”, Macri capitaliza el voto de rechazo al gobierno y su fuerza electoral descansa en las grandes ciudades del centro del país. Incluso en la primera vuelta venció al peronismo en su reducto histórico de la provincia de Buenos Aires (centro-este).

Los macristas se unieron al sector hegemónico de centroderecha que dirige la UCR en el frente Cambiemos, cuya creciente popularidad sorprendió incluso a los politólogos. Macri juega al golf y su ídolo musical es el roquero Freddy Mercury.

“Los héroes de nuestra patria no son un pequeño grupo de iluminados”, dijo Macri, al cerrar la campaña. Fue una crítica al oficialismo, acusado de soberbia por la oposición.

Macri es un paladín de la libre empresa y se espera que un eventual gobierno suyo estreche relaciones económicas con Estados Unidos y Europa.

De profesión ingeniero, contrajo matrimonio tres veces. Tiene tres hijos del primer matrimonio y una niña de tres años de su última pareja, la empresaria textil Juliana Awada, de 41 años.

Continuidad con cambio

Scioli nació a la política al amparo del expresidente peronista de derecha Carlos Menem (1989-1999). Pero luego cambió de bando. Fue vicepresidente de Néstor Kirchner y gobernador de la gigantesca provincia de Buenos Aires.

En su campaña mostró dos caras muy diferentes. Antes de la primera vuelta fue conciliador y seductor de las capas medias por su moderación.

Pero al verse derrotado lanzó una agresiva campaña, denunciando que Macri es el retorno a las políticas del Consenso de Washington (neoliberalismo), con privatizaciones, recortes de salarios y apertura importadora.

“Macri es la devaluación que destruye los salarios. ¡Es el demonio del capitalismo salvaje!” , dijo al cerrar su campaña.

Scioli perdió su brazo derecho en un accidente con su lancha en plena competición. Se presenta como un luchador contra la adversidad. Acaba de graduarse en comercialización en una universidad privada, aunque pregona la enseñanza pública.

Su pareja es la exmodelo Karina Rabolini. Juega con pasión al fútbol sala y tiene una hija de una relación anterior.

Gane quien gane, se perfila otra Argentina.

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