La situación legal entre los ediles hizo que Ricaurte tomara la decisión de dejar su puesto en el Concejo Metropolitano. Foto: Archivo / EL COMERCIO
“Apelé a un fallo ridículo del Juzgado de Contravenciones, no me había percatado de que hoy era la audiencia, pero mis abogados me comunicaron que la Corte Superior me declaró inocente y esto me da la tranquilidad, me permite estar en paz con mi esposa e hijos. Espero que se acabe el circo”.
Eso aseguró, a este Diario, vía telefónica, el exconcejal Antonio Ricaurte, quien es el vocero del movimiento Vive, la tarde del martes 10 de noviembre del 2015. Esto en relación a la causa en su contra emprendida desde el 1 de septiembre por la edil Carla Cevallos, de SUMA.
El 25 de septiembre del 2015, Ricaurte fue sentenciado a 15 días de prisión por haber supuestamente afectado a la honra de Carla Cevallos, concejala de SUMA. La decisión fue tomada por el juez Máximo Ortega. Y Ricaurte la apeló.
Cevallos, por su lado, aseguró: “La justicia está más apegada al agresor que a la víctima. Me preocupa no en mi caso sino de todas las mujeres que han sufrido violencia en Quito y en todo el Ecuador”.
Mañana miércoles 11 de noviembre, a las 10:00, la edil convocó a una rueda de prensa en las afueras de la Corte Provincial de Pichincha, en la Plaza Argentina. Molesta dijo que supuestamente ha tratado en varias oportunidades de tener una cita con Gustavo Jalkh, presidente del Consejo de la Judicatura. “Estas son las consecuencias, todo lo que pasa a diario en contra de la mujer”.
En cuanto a las declaraciones de Ricaurte sobre que se terminó el circo, ella dijo: “Es algo que él mismo comenzó. Mañana tomaré las acciones pertinentes”.
La concejala Cevallos pedía una sanción legal para Ricaurte por el escándalo ocurrido cuando se hizo público un video, subido a YouTube, en el cual se lo observaba refiriéndose a ella de un tema privado, en términos ofensivos.
La concejala Carla Cevallos aseguró que la justicia “está más apegada al agresor que a la víctima”. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
La parte acusadora pidió que el caso se procesara como contravención de cuarta clase y además con una medida de alejamiento. “La denuncia por daño moral se demora muchísimo más tiempo y en ella siempre se pide algo a cambio, es como una denuncia por daños y perjuicios. Por eso decidimos presentar la denuncia con el artículo 396 del Código Integral Penal, como contravención de cuarta clase; cuya sentencia se demora un mes máximo, no quería que demore más para que el tema no se apagara. Esto es para quien por cualquier medio profiera expresiones en descrédito o deshonra en contra de otra. Y que se me otorgue medidas de protección, según el artículo 558, numerales 1, 2 y 3”.
¿Qué pedían entonces? Prisión de 15 a 30 días y una medida de alejamiento porque según explicó en septiembre la concejala, Ricaurte, en el video la acusaba de estarlo acosando. “Yo no quisiera que él se acerque a mí y existan problemas. Con este alejamiento que pido no podrá escribirme, acercarse o llamar. Prefiero precautelar mi seguridad”.
La situación hizo que Ricaurte tomara la decisión de dejar su puesto en el Concejo Metropolitano. Sin embargo, no ha abandonado la política. Está trabajando con las bases de su movimiento y además es vocero de la misma.