Padres, madres y alumnos esperan los resultados de los exámenes de gracia en el Colegio Técnico Sucre, en Quito. Foto: Víctor Muñoz / EL COMERCIO
Este viernes 31 de agosto del 2018, a un fin de semana del inicio del año escolar 2018- 2019, un grupo de alumnos recibió noticias sobre su futuro. Unos se alegraron porque tras pasar dos meses sin vacaciones, preparándose para exámenes supletorios, remediales y de gracia fueron promovidos al siguiente nivel. Otros, tristes, pues confirmaron que deberán repetir el año.
Esa incertidumbre hizo que Carlos, de 13, no pudiese mirar a los ojos a su madre, Martha, por semanas. Lo ha respaldado pese a que se quedó a supletorios en matemáticas, estudios sociales, lenguaje e inglés.
El jueves, el joven rindió el examen de gracia de matemáticas. Su mamá lo acompañó y juntos esperaron el resultado. Su ilusión era pasar a décimo en el Colegio Central Técnico, en el norte de Quito.
“Si supiera que golpearlo o insultarlo serviría de algo, quizá lo haría. Ojalá pase. Si no lo hace, igual lo apoyaré”, dijo Martha, madre soltera, que no pudo evitar llorar. Se dedica a hacer limpieza en un banco.
Steven, de 15 años, cursa aún el primero de Bachillerato. Este viernes 31 de agosto esperaba conocer si finalmente pasó de año o no. Su situación es diferente: su padre le advirtió que si no logra ser promovido no seguirá apoyándole económicamente.
¿Qué pasó? Se quedó al supletorio en ocho materias, entre ellas biología, dibujo técnico, lenguaje y física. En esta última asignatura rindió el examen de gracia.
Según el Ministerio de Educación, en el ciclo 2016-2017, 274 443 alumnos se quedaron al supletorio; 150 696 al remedial y 23 370 al de gracia. El total de inscritos en ese período fue de 2 millones. Es decir, no pasó directamente el 13,7% de estudiantes.
Si el estudiante repite el año podrá acceder a una segunda matrícula en el mismo plantel. Eso ocurre de modo directo. La tercera será asignada por la Dirección Distrital.
¿Por qué no logran pasar el año? Marcelo Rivera ofrece clases particulares. En estos meses de vacaciones ha tenido alumnos de Bachillerato que requieren refuerzo en física, matemática, química y en la Básica, en ciencias.
El problema -anota- no está solo en el estudiante que no aprovecha las oportunidades sino también en la forma en la que los profesores dan clases. Ellos -apunta- se acostumbraron a preparar la materia para especialidades como físico, químico o sociales. Y no para bachillerato general unificado. El error, señala, es tratar de abarcar todo de modo superficial y no concentrarse en hacer que el alumno reflexione más.
Paulina Morales también critica que no se tome en cuenta el entorno socioeconómico del alumno, con padres que trabajan fuera de casa. Ella es decana de Educación de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
Comenta que en los colegios públicos, “el maestro se sujeta a completar programas preestablecidos”. No puede ver la individualidad en aulas de casi 50 chicos. “Así no se los puede formar en competencias”.
Cristina, de 14 años, dice que sus profesores no se enteraron de lo mal que lo pasó con su padre hospitalizado. Por primera vez se quedó a supletorios en noveno año. No pasó en matemáticas, ciencias, lengua, estudios sociales, inglés y artes. “Estoy nerviosa”, dijo la alumna del Colegio 24 de Mayo.
La Decana de la PUCE cree que el Bachillerato en Ecuador brinda varias oportunidades para mejorar las notas y que por ello los alumnos se confían. Y luego tienen problemas en la universidad.
Ella y el profesor Marcelo Rivera coinciden en que los padres deben controlar más el uso de Internet de sus hijos.
Tania, de 16 años, es alumna de un colegio particular del norte de Quito. No sacó malas calificaciones en pruebas, pero en las tardes estaba más pendiente de Facebook. Se quedó al examen de gracia en matemáticas. Y lo superó.
“El alumno que pasa el año tras superar el examen de gracia ingresará con desventaja al próximo ciclo”, señala Patricia Benalcázar, asesora educativa (antes llamada supervisora).
Ella recomienda a los padres informarse sobre los mecanismos de evaluación y estar pendientes de la prueba de diagnóstico que se toma en las primeras semanas de clases.
En contexto
Desde el 2011, tras la vigencia de la Ley Orgánica de Educación Intercultural, el alumno que no completa 7 sobre 10 puntos de promedio final puede rendir el supletorio. Si no alcanza el puntaje, le corresponde dar los examenes remedial y de gracia.