Entrevista Andrés Crespo, actor y activista. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Amados y odiados. Las figuras de la pantalla chica y de la farándula agitaron el debate electoral, tras conocerse de su inclusión en la política formal. Están en las listas de los principales partidos y movimientos, en busca de una curul en la Asamblea Nacional.
Andrés Crespo, actor y activista político, reflexiona sobre el papel que juegan estos personajes en las organizaciones a las que representan y en la lid electoral del próximo año.
¿Por qué cada vez más partidos y movimientos optan por figuras de televisión para armar sus listas?
Es la evidencia de que en los partidos no hay una democracia interna genuina que permita a nuevos cuadros emerger, tomar decisiones. Los partidos se basan en cacicazgos, en cúpulas y en los intereses que tienen estos jefes y directivas para mantenerse en el poder.
¿Qué pueden ganar entonces los partidos y movimientos con personas reconocidas de la pantalla?
Votos, pero sobre todo personas que no tienen formación política. En ese sentido, no tienen idea de la democracia, son manipulables y súbditos de esos caciques y cúpulas que manejan los partidos. Así se perpetúa el sistema.
¿Qué logran, en cambio, los talentos de pantalla al aceptar las candidaturas?
Lo que han dicho las personas que no han aceptado las propuestas para candidatizarse es que reciben de entrada un cheque. Y luego también el tener el sueldo de asambleísta que bordea los 5 000 dólares mensuales. No hace falta ni asistir a la Asamblea para cobrar el sueldo. No es cualquier cosa para una persona que no está acostumbrada a ganar mucho, porque la televisión no les paga mucho; no son millonarios.
¿Son los partidos los que usan a los talentos, o los talentos a los partidos para ganar dinero y poder?
Es una simbiosis de mutuo beneficio. Pero los dueños de los partidos son mucho más rodados.
Los partidos defienden que es importante la participación de los talentos de televisión, porque representan al pueblo. ¿Qué opinión le merece esto?
Podrían serlo si tuvieran libertad desde un principio. Pero la relación no nace democráticamente. ¿Cómo puedes tú presentar un proyecto de ley que beneficie a la población si no tienes libertad para hacerlo; si no es aceptada por la cúpula que te puso en ese lugar. Si al jefe no le interesan las ideas, cómo se manifiestan? Ese tipo de reflexiones no se hacen en el momento de aceptar una candidatura. Se las proponen a gente que viene de ‘realities’, que no tienen una formación política.
¿Es de la idea entonces de que el candidato debe tener un perfil más técnico, profesional?
Sí, pero eso no está representado por su condición externa en lo que hacen. No tiene que ver solo un título o si trabaja en la televisión. Lo importante es la formación política. Por ejemplo, si ha sido un buen líder barrial, un líder sindical, social. Pero qué formación política, por ejemplo, puede tener un fisicoculturista. No la tienen por la naturaleza de su oficio.
¿Cuál debería ser el perfil de una persona que estará a cargo de legislar y fiscalizar en la Asamblea?
No existe un perfil preciso. Pero es fundamental el tener una experiencia política, organizativa.
Para los partidos políticos, el incluir en la lista a talentos de pantalla representa una expresión de inclusión, democracia, ¿usted coincide con este planteamiento?
Eso es un sofisma. Como digo, una excusa que busca ocultar la falta de una democracia interna en los partidos.
¿Qué leyes deberían preocupar a los talentos de televisión que ganen en las siguientes elecciones?
Proyectos de ley que beneficien a las grandes mayorías. De ahí a ser específico en algo para mí es complicado. Puedo tener alguna idea, pero esa no es mi profesión, no me lo he planteado. Yo no quiero ser asambleísta.
Pero sí le han propuesto ser candidato…
Nunca.
¿Tampoco la izquierda Democrática del que ahora forman parte los ex Ruptura de los 25, que son cercanos suyos?
Yo siempre me he identificado con la Ruptura. Con María Paula Romo, Silvia Buendía, es en lo que yo creo; la centroizquierda. Mi norte con ellos ha sido siempre la parte ideológica. Pero en verdad nadie me ha dicho nunca que sea candidato.
¿Cómo lograr que los artistas o talentos de televisión tengan una representatividad en la política formal, para tratar temas que sean de su interés?
Yo no creo que el sector artístico deba tener una representación. Es más responsable que haga público su interés político desde las grandes mayorías, que desde un gremio en particular.
¿Cómo se entiende que la gente critique la inclusión en la papeleta de votación de los talentos de TV, pero de igual forma termine votando por ellos?
Las personas que se pronuncian en contra de esas candidaturas son minoría. El gran electorado prefiere votar por alguien que le cae bien, que le resulte conocido, porque ya no tiene fe en el político tradicional. Saben que nada va a cambiar. Mejor voto por un pana, que por cualquier corrupto de saco y corbata que ya
sé que no va a hacer nada para transformar la sociedad.
Andrés Crespo
Su trayectoria. Con su interpretación en la película ‘El Pescador’, Andrés Crespo ganó tres premios internacionales. Es cercano a las figuras que conformaron el grupo político Ruptura de
los 25.
Su punto de vista. Cree que los talentos de pantalla son elegidos por los partidos políticos para atraer el voto popular y también porque son fácilmente manejables.