‘En América Latina buscamos relaciones como socios en igualdad de condiciones’

Justen Thomas es un funcionario de carrera en el servicio exterior de EE.UU. Desde  el 2013 es el vocero del Departamento de Estado. Trabajó en las embajadas de Brasil y Francia. Se formó en economía, relaciones internacionales y español en la universidad

Justen Thomas es un funcionario de carrera en el servicio exterior de EE.UU. Desde el 2013 es el vocero del Departamento de Estado. Trabajó en las embajadas de Brasil y Francia. Se formó en economía, relaciones internacionales y español en la universidad

Justen Thomas es un funcionario de carrera en el servicio exterior de EE.UU. Desde el 2013 es el vocero del Departamento de Estado. Trabajó en las embajadas de Brasil y Francia. Se formó en economía, relaciones internacionales y español en la universidad de Wisconsil. Foto: Cortesía Departamento de Estado de EE.UU.

La reciente visita del presidente de EE.UU. Barack Obama a Cuba no solo marca un hito en las relaciones de ambos países. Abre expectativas sobre los nexos con América Latina.

Para desentrañar los alcances de la gira, EL COMERCIO envió un cuestionario, vía correo electrónico, al vocero del Departamento de Estado de EE.UU. para América Latina, Justen Thomas. Estas son sus impresiones.


En el mediano y largo plazos, ¿cómo deben entenderse las palabras del presidente Barack Obama en La Habana en torno a que los cubanos decidirán su futuro? ¿EE.UU. no apoya, entonces una transición en Cuba?

El presidente Obama dejó claro en su discurso en La Habana que Estados Unidos no tiene ni la capacidad ni la intención de imponer cambios en Cuba. Lo que cambie dependerá del pueblo cubano. No vamos a imponerles nuestro sistema político ni económico. Nuestra política se centra en ayudar al pueblo cubano a alcanzar un futuro mejor.

Como dijo el presidente en su discurso al pueblo cubano, en presencia del presidente Raúl Castro, Cuba no tiene que sentirse amenazado por los Estados Unidos, y dado el compromiso del presidente Castro con la soberanía y la autodeterminación de Cuba, tampoco debe temer a las diferencia de opiniones del pueblo cubano -y su capacidad de expresarse, reunirse y votar por sus líderes-.

Estamos esperanzados en el futuro porque confiamos en que el pueblo cubano tomará las decisiones correctas. Los Estados Unidos quieren ver cambios en Cuba que mejoran la vida de la población cubana.

¿Qué cambios desea EE.UU. impulsar en Cuba, en especial cuando pareciera que en el tema de los derechos humanos no hay avances por parte del gobierno de Raúl Castro?

La visita del presidente Obama a Cuba tenía como finalidad ayudar a acelerar el proceso de normalización de las relaciones entre nuestros países, anunciada en 2014; para alentar al gobierno cubano a adoptar medidas que mejoren la vida de la población cubana; para abrir líneas directas de comunicación con el pueblo cubano; y para continuar con la serie de diálogos que hemos iniciado con el gobierno de Cuba.

Creemos que durante la visita hemos hecho progresos en relación con estos objetivos. No es ningún secreto que nuestros gobiernos están en desacuerdo sobre el tema de los derechos humanos, pero, recientemente hemos visto cambios en Cuba en lo que respecta al acceso a Internet, la capacidad de operar una pequeña empresa, y queremos que estos cambios continúen, por lo que el presidente Obama decidió avanzar con los cambios en las regulaciones, que faciliten oportunidades de viaje y negocios en Cuba, abriendo más espacios para que el pueblo cubano pueda lograr mejoras en sus propias vidas.

Al mismo tiempo, Estados Unidos seguirá expresando su preocupación con relación a los derechos humanos directamente con el gobierno cubano, como lo hizo el Presidente Obama en La Habana, cuando se refirió a la libertades de expresión, de reunión, de manifestación pacífica, y a la libertad para elegir a sus propios líderes, como los derechos universales para todas los habitantes del mundo, incluidos los cubanos.

Pese a que los presidentes Obama y Raúl Castro no lo han dicho expresamente, hubo espacio en los diálogos en La Habana acerca del conflictivo escenario que vive Venezuela? ¿Cómo ve EE.UU. la actual confrontación entre los poderes Legislativo y Ejecutivo de ese país?

Los Estados Unidos están preocupados por las medidas adoptadas por el gobierno venezolano para silenciar a sus oponentes, incluyendo la limitación de la autoridad de la Asamblea Nacional, y seguiremos reclamando que se respete la voluntad del pueblo, el estado de derecho, la separación de poderes dentro de la gobierno y el proceso democrático.

Nuestro interés se centra en la estabilidad en Venezuela. Queremos lo que los venezolanos quieren: una Venezuela democrática, próspera, segura y en paz con sus vecinos. Vamos a seguir trabajando en estrecha colaboración con los demás países de la región para alentar al gobierno de Venezuela para que asuma sus compromisos de promover y defender la gobernabilidad democrática.

Las visitas del presidente Obama a Cuba, primero, y a la Argentina evidencian una nueva fase de la relación Washington- América Latina, pero bajo qué premisas?

Las visitas del presidente Obama a Cuba y Argentina fueron históricas y envían una señal clara al resto de la región y al mundo, respecto del compromiso de Estados Unidos con la apertura de canales de comunicación y el establecimiento de relaciones respetuosas con todos los países.

Aquí en América Latina, buscamos relaciones como socios en igualdad de condiciones, para hacer frente a los desafíos comunes y aprovechar las oportunidades compartidas. Debido a este enfoque pragmático, hemos sido capaces de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba, lo que sin duda elimina uno de los obstáculos que estaba limitando nuestros esfuerzos para entablar un diálogo significativo con otros países de la región.

Obviamente estamos muy entusiasmados por tener la oportunidad de trabajar con el gobierno de Macri. Vemos que existe un tremendo potencial para trabajar con Argentina sobre una serie de temas, tales como el cambio climático, la energía renovable, la no proliferación nuclear, la lucha contra el terrorismo y el mantenimiento de la paz.

En términos generales, Estados Unidos está profundamente comprometido con la región y en todas partes se pueden ver pruebas de ello –tales como en el número de viajes y visitas de alto nivel; en el aumento de las cifras de comercio e inversión; y en la forma en la que Estados Unidos está participando en las temas globales.

La asociación de Estados Unidos con América Latina se enmarca en torno a un enfoque de beneficio mutuo en la creación de fuentes de trabajo, la educación, el medio ambiente, la energía, la prosperidad, la ciencia e innovación, los derechos humanos y los valores democráticos.

¿Por qué razones el presidente Obama visitó a Mauricio Macri y no fue a Colombia, para dar un espaldarazo a Juan Manuel Santos, quien afronta problemas para sellar el acuerdo con las FARC?
Estados Unidos ha sido un firme partidario del presidente Santos y sus esfuerzos para negociar un acuerdo de paz con las FARC. A petición de Colombia, hemos nombrado a un enviado especial para el proceso de paz, quien ha estado dando apoyo a las negociaciones entre el gobierno colombiano y las FARC, en Cuba. No debe haber ninguna duda acerca de nuestro apoyo al presidente Santos en estos esfuerzos.
Al mismo tiempo, damos la bienvenida a la reciente anuncio de que el gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciarán negociaciones formales de paz. Apoyamos los esfuerzos del presidente Santos y el pueblo colombiano de alcanzar la paz justa y duradera que Colombia merece.

Brasil, por ejemplo, es el país más grande de la región y sin embargo tampoco fue tomado en cuenta. A propósito ¿cuál es su lectura sobre lo que está ocurriendo en ese país, donde hay una grave crisis política que incluso puede acabar con la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff?

Como señaló el Presidente Obama la semana pasada, creemos que la democracia brasileña es madura, y sus sistemas de leyes y las estructuras son lo suficientemente fuertes como para que la actual crisis política se resuelva de una manera que permita a Brasil, en última instancia, prosperar. La relación bilateral entre Brasil y los Estados Unidos sigue siendo fuerte y esperamos seguir trabajando con Brasil en una serie de prioridades compartidas.

¿Cuáles países de América Latina en especial preocupan al Gobierno de EE.UU. y por qué causas?

Estados Unidos considera a Latinoamérica como una región de oportunidades, y creemos que es mucho lo que podemos lograr cuando trabajamos en conjunto para abordar las prioridades compartidas. Es una región pacífica en gran medida, donde las decisiones se toman mayoritariamente a través de medios democráticos y donde millones de personas han conseguido salir de la pobreza en los últimos años.

Los países de América Latina también juegan un papel significativo y constructivo en las instituciones internacionales y en temas que son abordados por la comunidad internacional. Queremos trabajar con nuestros socios en América Latina para asegurarnos de que estas tendencias positivas continúen.

El Presidente Obama también ha impulsado políticas como Conectar a las Américas 2022 (Connect 2022), para fomentar la seguridad energética en las Américas; La Fuerza de 100.000 en las Américas, destinado a promover el intercambio académico y las oportunidades económicas; y nuestra estrategia amplia para América Central, que tiene como objetivo aumentar la estabilidad y la prosperidad en regiones de nuestro hemisferio que enfrentan retos difíciles.

EE.UU. está dispuesto a firmar un TLC con Argentina. ¿También con otros países latinoamericanos como Ecuador? ¿Lo puede concretar en lo que le resta a la administración Obama?

En su conjunto, el mercado del Hemisferio Occidental, que alcanza casi a mil millones de personas, es un poderoso polo de comercio e inversión. América Latina y el Caribe conforman un mercado de USD 6 billones de dólares, por no hablar de Canadá con cerca de USD 2 billones de dólares y Estados Unidos que representa USD 17 billones de dólares.

Los Estados Unidos y nuestros socios en el hemisferio occidental debemos continuar haciendo de las Américas una plataforma compartida e integrada para el éxito global. Desde hace tiempo hemos adoptado una visión de ampliar los beneficios de un comercio más abierto a través de toda la región, incluyendo el crecimiento económico, la creación de fuentes de trabajo y la innovación.

Esa sigue siendo nuestra visión. En tal sentido, durante los últimos 20 años Estados Unidos ha desarrollado una red de acuerdos de libre comercio con 12 países del hemisferio occidental -más que en cualquier otra región del mundo-.

Los últimos años EE.UU. dejó de ser el principal financista de proyectos en Latinoamérica y Ecuador. Ha sido reemplazado por China, que es el principal financista. ¿Cómo ven ustedes esa relación cada vez más cercana de China con Latinoamérica?

El crecimiento económico de China en los últimos años ha sido un motor importante para el crecimiento económico a nivel mundial, y también en América Latina. Estados Unidos da la bienvenida a una China fuerte que juegue un papel constructivo en las instituciones globales y en sus relaciones comerciales con países de todo el mundo.

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