Álvaro Uribe dijo que insistirá en sus preocupaciones en los temas de impunidad total y elegibilidad política, que figuran en el acuerdo de paz con las FARC. Foto: EFE
Tras una reunión de cuatro horas en el Palacio de Nariño junto al presidente Juan Manuel Santos, el exmandatario colombiano Álvaro Uribe hizo declaraciones a la prensa donde afirmó que se empeñará en lograr un nuevo acuerdo con las FARC, que satisfaga los deseos de todos los ciudadanos.
“Agradecemos al señor presidente de la República la cita que nos concedió hoy (5 de octubre del 2016). Manifestamos ajustes y proposiciones iniciales que deberán introducirse a los textos de La Habana para buscar un nuevo acuerdo que vincule a todos los colombianos”, dijo el senador del partido Centro Democrático.
“Es mejor la paz para todos los colombianos que un acuerdo débil para la mitad de los ciudadanos”, declaró Uribe, en referencia al triunfo del “No” en el plebiscito el domingo pasado, que cosechó 50,21% de los votos frente al 49,78% del “Sí”. Y afirmó: “Haré todo el esfuerzo para aportar a la construcción de un buen acuerdo con FARC”.
Uribe también pidió que la comunidad internacional acompañe la “nueva etapa” en Colombia. “Pedimos a las Naciones Unidas que acompañe esta nueva etapa de la democracia colombiana, porque el resultado del domingo rechazó los acuerdos, pero reafirmó el deseo unánime de paz”, declaró.
Uribe aseguró que durante el encuentro expresaron sus preocupaciones en torno a “la impunidad total, eligibilidad política” de personas acusadas de delitos de lesa humanidad, así como por “los secuestrados de quienes nada se sabe” y por “miles de niños reclutados” por las FARC “que no han llegado a sus hogares”.
Santos también se reunió este miércoles con el expresidente Andrés Pastrana (1998-2002), el otro gran promotor del “No” en un país polarizado sobre el acuerdo sellado el 26 de septiembre con la principal y más antigua guerrilla del país.
La charla fue “muy productiva”, dijo el exmandatario al salir del palacio presidencial, y pidió activar “de manera inmediata” las zonas de concentración de miembros de las FARC previstas en lo acordado en Cuba, tras casi cuatro años de arduas negociaciones con fuerte respaldo de la comunidad internacional.
“¿Por qué? Porque con la verificación de las Naciones Unidas, con la protección de los militares, van los guerrilleros de las FARC a tener la tranquilidad de que vamos a avanzar en este proceso”, declaró Pastrana.
El acuerdo de paz prevé que los 5 765 combatientes de la guerrilla, según sus propias cifras, se reagrupen en 27 sitios para su desarme y posterior reinserción a la vida civil, en un proceso con verificación de ambas partes y de la ONU.
Pero el rechazo en el plebiscito ha generado incertidumbre sobre lo pactado, en particular sobre el cese al fuego bilateral y definitivo que rige desde el 29 de agosto.
El gobierno está dispuesto a extenderlo “cuanto sea necesario” para garantizar la seguridad de todos los colombianos, dijo el ministro de Defensa, Luis Villegas, luego de que Santos anunciara un plazo límite hasta el 31 de octubre.
Este blindaje jurídico es necesario para que la ONU permanezca en Colombia como monitora y verificadora del cese al fuego bilateral, según lo prevé el acuerdo de paz, aclaró el ministro. “El futuro de Colombia no puede ser la guerra”, señaló por su parte en Twitter la guerrilla, que el lunes dijo que no levantará el alto el fuego.
Para este miércoles se convocaron “marchas ciudadanas” en apoyo a la paz en 12 ciudades del país, como Bogotá, Cali, Barranquilla, Medellín y Cartagena, así como en Nueva York y París.
Colombia vive un conflicto armado que ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas, paramilitares y la fuerza pública, con un saldo de unos 260 000 muertos, 45 000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.