Los líderes de África Oriental debatirán sobre la crisis de Burundi

Los jefes de Estado de los cinco países que integran la Comunidad de África Oriental (EAC en sus siglas en inglés) se reunirán hoy en Dar es Salaam, la capital comercial de Tanzania, para buscar una solución a la crisis de Burundi.

Los líderes de Kenia, Ruanda, Tanzania, Uganda y del propio Burundi debatirán sobre las posibles acciones para pacificar el pequeño país africano, que vive una ola de violencia desencadenada por la decisión del presidente, Pierre Nkurunziza, de aspirar a un tercer mandato.

Al menos diez personas han perdido la vida en violentos enfrentamientos entre quienes se oponen a que el hutu Nkurunziza prolongue su mandato y la Policía y las juventudes del partido gobernante, las milicias conocidas como "Imbonerakure".

La oposición argumenta que la decisión de Nkurunziza de volver a presentarse como candidato en las presidenciales, que celebrarán su primera vuelta en junio, es ilegal, pese a que el Gobierno y el propio Tribunal Constitucional burundés han avalado esa decisión.

Los ministros de Asuntos Exteriores del este de África se reunieron hoy en Dar es Salaam para preparar la cumbre de alto nivel de mañana, junto a representantes de la Unión Europea, Naciones Unidas y la Unión Africana.

En el encuentro, celebrado a puerta cerrada, se analizó información proporcionada por la Presidencia de Burundi y la oposición, indicó a los periodistas el ministro de Asuntos Exteriores tanzano, Bernard Membe.

Tras analizar la información, los ministros remitirán sus recomendaciones a los jefes de Estado de la EAC, precisó.
"El objetivo es encontrar una forma de solucionar la crisis de Burundi", añadió.

Más de 50.000 burundeses, en su mayoría tutsis, han huido de sus hogares por miedo a la violencia preelectoral en las últimas semanas, según las últimas cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

La candidatura de Nkurunziza ha suscitado temor entre grandes sectores de la población burundesa, que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005) que hundió al país y todavía afecta a la sociedad.

Tras su independencia de Bélgica en 1962, Burundi ha vivido dos sucesos calificados como genocidio: la masacre de hutus por el Ejército dominado por tutsis en 1972 y el asesinato masivo de tutsis por hutus en 1993.

Ahora son miembros de la oposición y familias tutsis quienes han comenzado a dejar el país, ante las informaciones que apuntan a la distribución de armas entre las milicias de jóvenes progubernamentales.

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