Un 'impacto' durante el vuelo causó el accidente del avión ruso que dejó 224 víctimas

Expertos y representantes gubernamentales rusos y egipcios descartaron un ataque o lo consideraron improbable. Foto: EFE.

Expertos y representantes gubernamentales rusos y egipcios descartaron un ataque o lo consideraron improbable. Foto: EFE.

Expertos y representantes gubernamentales rusos y egipcios descartaron un ataque o lo consideraron improbable. Foto: EFE.

El accidente aéreo ocurrido el pasado sábado (31 de octubre) en Egipto probablemente fue ocasionado por un "impacto mecánico en el avión" en pleno vuelo, aseguró hoy, 2 de noviembre de 2015, uno de los vicepresidentes de la compañía aérea rusa Kolavia, Alexander Smirnov.

"La única causa plausible sería un impacto mecánico en el avión", afirmó Smirnov ante la prensa en Moscú. "No hubo una combinación de fallos en el sistema que pudiera haber causado la destrucción del avión en el aire", dijo Smirnov, citado por la agencia de noticias Interfax.

Según otro de los vicepresidentes de la aerolínea, Viktor Jung, la compañía descarta "por completo" una avería técnica o un fallo de la tripulación. El accidente no fue causado por ninguna avería de los sistemas ni debido a carburante en mal estado, afirmó Jung.

Según el directivo de Kolavia, una vez que comenzó la catástrofe fue imposible controlar el avión: "No voló, cayó". La tripulación de la nave no emitió ninguna llamada de emergencia, subrayó por su parte Smirnov. "Al parecer, la tripulación ya no estaba en condiciones de trabajar cuando ocurrió la catástrofe", agregó.

Según Smirnov, el avión del tipo Airbus A321 perdió velocidad enormemente en menos de un minuto y descendió fuertemente. Poco después del siniestro, medios estatales egipcios afirmaron que el piloto había comunicado una avería a los controladores aéreos y pedido permiso para aterrizar.

Sin embargo, fuentes oficiales de la aviación egipcia desmintieron después esas informaciones y aseguraron que no se realizó ninguna llamada de alerta. Las 224 personas que viajaban en el avión, casi todas de nacionalidad rusa, perecieron cuando el aparato se estrelló en la península del Sinaí, en el noreste de Egipto, donde el Ejército egipcio lleva tiempo combatiendo a insurgentes islamistas.

El accidente se produjo cuando la nave, del tipo Airbus A-321, volaba del centro turístico egipcio de Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo, a San Petersburgo. Una rama de la milicia terrorista Estado Islámico aseguró haber derribado el aparato, aunque la información no pudo ser confirmada por ahora.

Expertos y representantes gubernamentales rusos y egipcios descartaron un ataque o lo consideraron improbable. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió en contra de sacar conclusiones de forma apresurada y apuntó que no se excluye ninguna versión, "desde un acto terrrorista hasta un accidente".

"Hay que aguardar a los resultados de las investigaciones", señaló. La aerolínea también admitió hoy que ha pasado por dificultades financieras que le impidieron, entre otros, pagar salarios a tiempo. Sin embargo, descartó que esa situación esté relacionada con el accidente.

Las autoridades de Trabajo rusas acusaron a Kolavia de retener salarios durante meses. Según el tabloide ruso Life News, el piloto del avión siniestrado no había cobrado durante tres meses.

La aerolínea sufrió otro accidente en 2011 cuando un tanque de combustible de un Tu-154 estalló tras producirse un incendio en un motor mientras el avión se encontraba en el aeropuerto de la ciudad siberiana de Surgut. Aquel accidente dejó varios muertos.

En tanto, médicos forenses comenzaron en la ciudad rusa de San Petersburgo con la identificación de las víctimas del accidente aéreo. Un camión especial llevó los primeros restos mortales del aeropuerto de San Petersburgo a un laboratorio forense.

El vicegobernador Igor Albin coordinará el trabajo con los médicos forenses. Los restos son identificados con la ayuda de muestras de ADN y después serán entregados a los deudos.

Las autoridades locales de San Petersburgo anunciaron que concederán un millón de rublos (USD 15 000 ) a las familias víctimas.

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