Jorge Toaquiza, presidente de la Junta Parroquial de Guangaje, hace una inspección. Foto: Raúl Díaz / EL COMERCIO
La construcción del subcentro de salud en la parroquia Guangaje está paralizada. La obra a medio construir fue abandonada hace seis meses, en este poblado del cantón Pujilí (Cotopaxi), localizado a hora y media de Latacunga.
No es la única. 20 de las 30 casas de asistencias tipo A, B y C que se levantan en esta provincia y en Tungurahua tienen los mismos inconvenientes. Esa infraestructura es parte de un proyecto piloto que impulsa el Gobierno.
El plan, que se inició en el 2012, busca mejorar la atención en salud en estas dos provincias. “Hubo incumplimiento por parte de los contratistas, pese a que se les entregó el 50% del costo de la obra. Ahora avanzan los procesos para la terminación unilateral o en acuerdo mutuo de los contratos”, explicó Santiago Cisneros, coordinador Zonal 3 del Servicio de Contratación de Obras (Secob), en Tungurahua.
Según el funcionario, se espera que a inicios de diciembre de este año se efectúe la recontratación. La idea es que estén culminadas en el primer semestre del 2015.
Esta situación molesta a Fabián Yanqui, morador de la comunidad Chilcanchi de Guangaje. El lunes pasado, por la falta de transporte, caminó dos horas desde su pueblo para que le atendieran de una dolencia en el centro de salud de Guangaje, un lugar habitado por 10 000 personas divididas en 34 comunidades.
El hombre, de 35 años, lamenta que la construcción del subcentro de salud esté abandonada. “Tendríamos más comodidades y la atención se extendería de lunes a lunes.
Actualmente, los viernes y sábados nos quedamos sin médicos, todos se van esos días y no hay quién atiende las emergencias”.Yanqui contó que el sábado, su vecina María Aulla sufrió un accidente. Mientras cocinaba la olla de sopa se le regó en el cuerpo y no pudieron atenderla. La mujer fue conducida al hospital de Zumbahua en una camioneta.
En esta comuna de casas de bloque, madera y techos de teja y cinc, la agricultura escasea, debido a que el suelo está cubierto de cascajo. Por eso la migración es uno de las opciones que tienen los padres de familia. Al menos el 30% de sus habitantes trabaja en la albañilería en Quito, Guayaquil, Cuenca, Latacunga y Ambato.
Jorge Toaquiza, presidente de la Junta Parroquial, mencionó que la no culminación de la obra les afecta, debido a que el actual subcentro es estrecho, no tiene especialista, equipos ni una ambulancia para trasladar a los heridos. Contratar una camioneta cuesta USD 40. “Al momento tiene el 40% de avance de construcción. Nos ofrecieron que en enero se van a reanudar los trabajos y esperamos que se cumpla. Sabemos que otras 10 obras están paralizadas (en la provincia)”.
Las infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, biodermitis y el reumatismo son las que más afectan a la salud de la gente. Luis Pereira, médico del Subcentro de Guangaje, indicó que la prevalencia de estas infecciones es por la inexistencia de agua potable y del alcantarillado. “Las familias consumen líquido entubado y realizan sus necesidades biológicas en letrinas”.
En Tungurahua sucede algo similar. Nueve centros y subcentros de salud están paralizados. Una de estas está ubicada en la comunidad de Chumaquí en el cantón Pelileo. Presenta un adelanto del 53%. Elvia Masaquiza, vecina del sector, aseguró que los trabajos se suspendieron hace cerca de un año y por eso deben acudir al subcentro de salud de Sigualó, que está a 15 minutos de camino.
Los alrededores de la edificación están cubiertos de mala hierba. Asimismo, las paredes presentan humedad.
A 5 kilómetros está la parroquia Salasaka, donde el edificio presenta un adelanto del 92% de la construcción. El guardia Ángel Masaquiza contó que la obra está abandonada hace un mes y por las noches resguarda para evitar robos. Los centros de Cevallos, Chibuleo, Pasa y otros también están inconclusos.