Si no tienes tiempo te lo resumimos en estas líneas
- 73% de los venezolanos que viven en la capital se dedican a actividades comerciales.
- 94 446 se han regularizado bajo el esquema VIRTE, hasta abril 2024.
- 62% gana menos de 425 dólares.
En Ecuador, la integración de la comunidad venezolana ha sido un tema desafiante, pese a que se cuenta con una larga experiencia por la inclusión de refugiados colombianos.
El 2022 fueron censados 231 686 venezolanos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Actualmente, esta población migrante se enfrenta a diversas oportunidades y obstáculos en su camino hacia la inclusión económica y social.
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Un aspecto clave de la integración ha sido la regularización, en la que destaca la residencia temporal de excepción para venezolanos y su núcleo familiar (VIRTE). Bajo este esquema se han regularizado 94 446 personas, entre 2022 hasta abril de 2024, según la Cancillería.
En total para este proceso constan 191 584 migrantes venezolanos en el Registro Migratorio del Ministerio del Interior. Esto les permite acceder al mercado laboral.
De forma global, en el Ecuador 134 920 cuentan con una visa activa otorgada por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Quito, la ciudad que más acoge venezolanos
Mientras los trámites de regularización siguen su curso para la mayoría de venezolanos, la integración laboral presenta varios desafíos.
A escala nacional, Pichincha y, específicamente, Quito, es la ciudad que más ha acogido a migrantes venezolanos, seguida de Guayaquil.
Para la Organización Internacional de la Migraciones (OIM), en la capital ecuatoriana han encontrado mejores oportunidades para integrarse debido a la diversidad y al dinamismo económico.
Ocho de cada 10 encuestados indicaron sentirse integrados o totalmente integrados, en la última ronda de seguimiento del desplazamiento de la OIM, de marzo y abril del 2024. Se trata de una herramienta para recabar y monitorear información sobre las características de los flujos de personas en situación de movilidad humana.
Estas cifras revelan que hay un camino avanzado. Quienes llevan más tiempo en el país se sienten más cercanos a la comunidad.
No obstante hay que seguir sumando esfuerzos para afrontar los desafíos, entre ellos la discriminación, experimentada por 42% de los encuestados, mayormente debido a su nacionalidad.
73% se dedica al comercio
El 36% de los encuestados dice trabajar de forma independiente, el 56% como empleados y un 8% están desempleados.
En función de este ejercicio estadístico se determinó que, con un 73%, el comercio es la principal actividad a la que se dedican quienes trabajan, seguida por actividades relacionadas a la belleza (7%) , el transporte (7%) y otras (13%).
Aunque la mayoría de encuestados se encuentra trabajando, lo hacen en condiciones precarias. Solo el 6,6% han firmado algún tipo de contrato o entrega facturas por su trabajo.
El 62% gana menos de 425 dólares mensuales, por debajo del salario mínimo de 460 dólares.
Para mejorar esta situación, iniciativas como las Escuelas de Inclusión Económica de la OIM y programas de capacitación en áreas como panadería, peluquería y tecnología han sido fundamentales.
En las peluquerías y sitios exclusivos de manicure de Quito trabajan más venezolanas.
Estas iniciativas no solo fortalecen las habilidades laborales sino que también fomentan la inclusión socioeconómica.
Un estudio de 2022 sobre la contribución económica de la población venezolana en Ecuador, realizado por la Cámara Venezolana Peruana de Empresarios y Ejecutivos (CAVENPE) y la Konrad-Adenauer-Stiftung (KAS) demostró que la migración venezolana tiene un impacto fiscal neto para la economía ecuatoriana de 32 millones de dólares, que representa el 0,03% del PIB.
Esta estimación considera ingresos fiscales del ingreso y consumo de la población migrante venezolana, las contribuciones de la cooperación internacional y el costo fiscal que esta migración representa para el Estado ecuatoriano.
En conclusión, la migración venezolana no solo enriquece culturalmente a Ecuador, sino que también puede contribuir positivamente a su desarrollo económico.
Para maximizar estos beneficios es crucial fortalecer los programas de integración y apoyo gubernamental, como el Plan de Respuesta para Refugiados y Migrantes.
Por primera vez, está iniciativa prioriza el requerimiento de fondos por parte de la cooperación internacional, en los temas de integración, en este 2024.
