Personas no videntes se capacitaron para realizar recorridos turísticos en el Centro de Quito

Los guías usan el sentido del olfato para distinguir los aromas que emanan las frutas nativas del Ecuador; el tacto permite que el turista experimente con las texturas de cada una de las frutas y el oído les ayuda a relacionar la música y los sonidos con un lugar. En la experiencia sensorial, cubren los ojos a los turistas que son parte de esta vivencia para que sientan la ciudad.

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