Zoológicos trabajan por la vida del cóndor

Killari es una hembra joven. Esto se puede ver en sus colores. Fotos cortesía: Rubén Ramírez/ Fundación Zoològica del Ecuador.

Killari es una hembra joven. Esto se puede ver en sus colores. Fotos cortesía: Rubén Ramírez/ Fundación Zoològica del Ecuador.

Killari es una hembra joven. Esto se puede ver en sus colores. Fotos cortesía: Rubén Ramírez/ Fundación Zoológica del Ecuador.

Dos cóndores mantenidos en zoológicos del Ecuador pueden ser un aporte para la conservación de la especie en estado silvestre. Las esperanzas ahora están puestas en Killari y Guambi.

Ambos cóndores juveniles se conocerán esta semana con la intención de que formen una pareja y puedan tener crías, que en el futuro serán liberadas y ayudarán a aumentar las poblaciones de estos animales en su hábitat natural.

Killari partió la semana pasada del zoológico de Guayllabamba, donde nació, hasta el centro de rescate Ilitio, en Cotopaxi, para iniciar el proceso. Esta hembra fue parte del grupo de tres cóndores que fueron liberados en el 2016, pero tuvo que ser regresada al centro porque no se acostumbró a vivir sin el respectivo cuidado humano.

Martín Bustamante, director de la Fundación Zoológica del Ecuador y del Zoológico de Quito en Guayllabamba, explica que esa fue la primera vez que se intentaba liberar a cóndores nacidos en cautiverio en el país. El saldo fue un muerto, un desaparecido y un retorno.

Según Bustamante, Killari tuvo que ser rescatada, ya que veían que no se movía y no estaba comiendo. No querían que tuviera el mismo destino que el otro cóndor, que murió por una infección. El hermano de Killari desapareció y nunca se lo volvió a ver por la zona.

Esta experiencia les dejó varias lecciones para poder cambiarlas cuando llegue el momento de la liberación de las crías que se espera tener de Killari y Guambi. Entre estas se considera tener más cuidado con el aislamiento de los cóndores desde edades más tempranas y tener precauciones con la topografía del lugar para la liberación y las condiciones climáticas del país.

Los procesos previos son muy importantes, dice Bustamante. Por eso se decidió llevar desde esta semana a la pareja de cóndores a un lugar más aislado, donde puedan conocerse entre ellos y así saber si hay un rechazo o si puede funcionar este emparejamiento.

Guambi viajará esta semana desde el Bioparque Amaru, en Cuenca, para encontrarse con su futura pareja en el centro de rescate Ilitio. Este cóndor nació en estado silvestre, a diferencia de Killari, pero fue rescatado en Pifo con múltiples fracturas en su ala derecha. El trauma que sufrió le dificulta volar, por lo que siempre tendrá que vivir en estos centros.

Se espera que estos cóndores “se enamoren” y se reproduzcan con fines de conservación. Actualmente hay 18 cóndores en seis centros de manejo de la especie. Entre estos existen siete hembras, es decir, solo se pueden formar esa cantidad de parejas. La idea, según Bustamante, es que se siga el proceso con otras parejas para que, cuando llegue el momento , no solo se libere a un individuo.

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