El zoológico de Guayllabamba mantiene 345 animales correspondientes a 103 especies. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
El zoológico de Quito en Guayllabamba, ubicado a una hora de la ciudad, abrió sus puertas en el terreno que ocupa actualmente, el 18 de agosto de 1997. Hasta 1999, el Municipio estuvo a cargo del centro y en ese año se suscribió un comodato con la Fundación Zoológica del Ecuador para que empiece a administrarlo.
Según Juan Manuel Carrión, secretario del directorio de esta fundación, este es un centro de acogida de fauna maltratada. Aunque en sus inicios recibían fauna proveniente de otros países, ahora solo trabajan con animales locales y no está dentro de su filosofía comprar especies.
Actualmente, el zoológico mantiene 345 animales correspondientes a 103 especies, dos de ellas foráneas (el león y el avestruz).
Martín Bustamante, director Ejecutivo de la Fundación Zoológica del Ecuador, explica que cada semana reciben nuevos animales rescatados. Estos son rehabilitados y cada mes entre seis y ocho son puestos en su medio natural. Cuando llegan con lesiones físicas que les impiden volver a su hábitat se les da un espacio en el centro.
Recientemente, según Bustamante, se adecuó sitios para perezosos, hormigueros y las zarigüeyas. El zoológico de Guayllabamba trabaja con temas educacionales como el proyecto de La Granja para que los niños puedan tener su primer acercamiento hacia la naturaleza.
También está el programa del bosque seco que busca generar una experiencia botánica, proyecto de aves rapaces para la rehabilitación de estos animales, el trabajo con la rana marsupial andina y la educación ambiental sobre el cóndor andino en las comunidades de Pifo.
El zoológico de Guayllabamba es uno de los seis centros de Ecuador que pertenece a la Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios (Alpza) y es una de las 14 que integra la Asociación Ecuatoriana de Zoológicos y Acuarios (AEZA).