Zoila Espinosa, la reina de la música bomba, fue sepultada en el Valle del Chota

La Reina de la música bomba fue velada durante tres días, para que puedan acompañarla cientos de familiares, amigos y admiradores.

La Reina de la música bomba fue velada durante tres días, para que puedan acompañarla cientos de familiares, amigos y admiradores.

La Reina de la música bomba fue velada durante tres días, para que puedan acompañarla cientos de familiares, amigos y admiradores. Foto: Washington Benalcázar / EL COMERCIO

Acompañada del cántico de arrullos lastimeros, Zoila Espinosa, la reina de la música bomba, fue sepultada la tarde del 31 de agosto del 2017. Como lo pidió en vida, esta artista popular, fue inhumada en el Cementerio del Chota, ubicado en la comunidad del mismo nombre, provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador. En esa misma localidad nació hace 84 años.

“Nunca había asistido tanta gente a un velorio”, comentaban las vecinas de esta comarca afroecuatoriana. Horas antes, el féretro mortuorio de madera, color café, que llevaba una placa metálica con el nombre de la fallecida, fue trasladado de la Casa Comunal hasta la Iglesia Nuestra Señora de las Nieves. Ahí se ofreció una ceremonia religiosa de despedida.

Un grupo de mujeres adultas mayores acompañaba, con cantos fúnebres de este pueblo, el cuerpo de la difunta, a quienes todos conocían como mamá Zoila. La dama ganó fama por el estilo muy peculiar para bailar la bomba, el género musical originario del Valle del Chota, el asentamiento más importante de los afrodescendientes de la Sierra norte de este país andino.

La Reina de la Bomba fue velada durante tres días. El 29 de agosto último, durante el primer día, el féretro que contiene su cuerpo, permaneció en la Sociedad de Artesanos, de la capital de Imbabura, una funeraria particular. El segundo día, entre tanto, fue trasladado al auditorio Leonidas Proaño, del Municipio de Ibarra. Y, el tercero, a su natal comunidad de El Chota, antes de ser sepultada en el cementerio de esa localidad.

Durante la despedida familiares y amigos cercanos contaron algunos de los sueños que no pudo concluir. Uno de ellos era formar una escuela de música y danza bomba, para que las nuevas generaciones conozcan y preserven la cultura.

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