Zero Waste, un estilo de vida consciente de lo que se consume que crecerá

Andrea Lema dirige la tienda Zero Waste, ubicada en la Mariscal

Andrea Lema dirige la tienda Zero Waste, ubicada en la Mariscal

Andrea Lema dirige la tienda Zero Waste, ubicada en la Mariscal. Foto: Patricio Terán /El Comercio

Zero Waste es un término anglosajón que quiere decir “cero residuos” y que apela a un estilo de vida consciente de lo que se consume. Este movimiento nació entre grupos preocupados por el ambiente y poco a poco se está filtrando hacia sectores mayoritarios. Para este 2019 se prevé que el Zero Waste sea una de las premisas del diseño y creación de diversos productos.

Hay guías que ayudan a reducir la cantidad de residuos que se bota. El primer punto es seguir un estilo de vida minimalista, en el que el consumismo no mande. Lo siguiente es la reutilización: es necesario cambiar lo desechable por lo reutilizable. La gestión de los residuos es el posterior tema por el cual hay que preocuparse ya que incentiva el reciclaje. Por último está la creación de compostaje.

Este estilo de vida cero residuos se está haciendo eco en la producción, principalmente pequeña e independiente. La diseñadora Ángeles López dice que para trabajar con base en el Zero Waste hay que partir del diseño, con el fin de que se aproveche todo el material.

“Con una producción regular desperdicias entre el 30% y 40% de la materia prima”, asegura. La solución es un patronaje experimental con base en el residuo cero, que se permite un máximo del 10% de desperdicio de los textiles e insumos.

Se busca, además, que los materiales usados sean de orígenes naturales y orgánicos, con el fin de que no haya habido contaminación en su creación y para que una vez desechados puedan regresar a la tierra. El ‘upcyling’ o el reciclaje de materias es otra actividad de la que se hace uso en la creación Zero Waste.

En países como España o Estados Unidos esta tendencia de consumo ya tiene grandes tiendas donde se vende alimentos sin empaques plásticos, productos de aseo sin contaminantes y una gran cantidad de artículos reusables.
En Quito también hay un espacio donde obtener algunos de estos artículos.

La tienda Zero Waste, de PlástiCO. Project, fue creada primero como un espacio digital en julio del 2018. En octubre del mismo año se convirtió en un lugar físico, ubicado en la calle José Calama y av. 6 de Diciembre.

Andrea Lema, fundadora de la organización PlástiCO. Project, que trabaja en la lucha contra la contaminación por plástico, explica que desde hace dos años este proyecto se dedica a la educación ambiental. En las charlas que el grupo daba, el público siempre tenía la misma pregunta: “¿dónde conseguimos productos amigables con el ambiente?”.

Esto les motivó a abrir la tienda para concentrar en un solo espacio diferentes iniciativas de productores ecuatorianos. Antes de que un artículo entre a la tienda, los creadores deben dar a conocer sobre sus procesos de producción y sobre las materias primas que usan. Además, Andrea y sus compañeras comprueban los productos con el objetivo de ofrecer también calidad.

La tienda cuenta con unos 110 productos en la actualidad. Para la cocina, hay tarros de vidrio con tapas seguras; bolsas de tela para las compras y pequeñas fundas para guardar sánduches o ‘snacks’; sorbetes de metal, vidrio y bambú; cubiertos de madera y platos desechables de fibras vegetales, entre otros.

Para el uso cosmético hay champús, pastas, cremas, enjuagues bucales, entre otros, sin ingredientes que contaminen el agua; hisopos de madera; e incluso cepillos de dientes de bambú. La madera de todos los productos es de extracción responsable.

La tienda busca abrir espacios especializados para niños, hombres y mascotas durante este año. La mayoría de los productos por lo pronto están enfocados al público femenino, pues son las mujeres jóvenes las que más adoptan este estilo de vida, según la fundadora de PlastiCo. Project.

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