No importa qué calzado, todos quedan fuera en esta casa. Foto: EL COMERCIO
La emergencia sanitaria que afronta el país por el coronavirus ha puesto a muchas familias a ingeniarse mecanismos para no contagiarse y proteger a los más vulnerables de casa.
Esta gráfica recoge un escenario que se ha hecho común en los ingresos de las viviendas de la capital. Puntos de asepsia se improvisan sobre alfombras y recipientes con alcohol y cloro, para evitar que microorganismos peligrosos ingresen a las viviendas a través de los zapatos.
Cualquier recipiente, incluso una tapa, sirve para el cloro. Foto: EL COMERCIO
Los zapatos deportivos cumplen por ahora otra tarea. Foto: EL COMERCIO
Cualquier zapato es sometido a una desinfección. Foto: EL COMERCIO
Las familias colocan alcohol y cloro en las entradas. Foto: EL COMERCIO