Con tambores, silbatos y consignas, una treintena de personas de diferentes organizaciones sociales realizaron la denominada zapateada por el ambiente en el exterior del Ministerio del ramo, ubicado en el norte de Quito.
La protesta inició a las 15:00 de este jueves 5 de junio, en el que se conmemora el Día Mundial del Ambiente.
José Rivadeneira, de la Coordinadora Ecuatoriana de Agroecología, dijo que en el país hay muchos conflictos por una actitud impositiva del modelo extractivista. “Hay actitudes de prepotencia de las autoridades.
La gente se está organizando más y exigimos que se respeten los derechos constitucionales”.Al evento asistieron colectivos de diferentes provincias que viajaron hasta Quito por motivo de la Asamblea Nacional Ambiental, que se desarrolló en la mañana de este jueves en el teatro Prometeo.
Líder Góngora, de la Coordinadora Nacional de Manglares, dijo que la Asamblea Ambiental sirvió para buscar estrategias de resistencia local y global. Según Góngora, el 70 % del ecosistema manglar ha sido destruido por la industria camaronera. “A pesar de eso seguimos en la lucha. Hacemos reforestación de mangle, repoblamiento de cangrejos y concha, turismo comunitario, entre otras actividades”, añadió el dirigente.
Debido a la manifestación, las puertas del Ministerio del Ambiente se cerraron y una docena de Policías custodian el predio.
Manuela Omari Ima, miembro de la Asociación de Mujeres Huaorani, es otra de las manifestantes. Ella espera que se revea la medida que otorgó la licencia ambiental para la explotación del bloque Yasuní ITT. “No queremos que se contaminé nuestro territorio”.
Natalia Greene, del colectivo Yasunidos, contó que la zapateada se organizó para protestar por la licencia ambiental otorgada, antes que el proceso de consulta popular planteada en el Consejo Nacional Electoral (CNE) termine. “Aún no hemos recibido respuesta del proceso de impugnación. Además la licencia ambiental genera muchas dudas”.
Greene añadió que un grupo de académicos de la Universidad de Pádova anunció que ya se envió la licencia de explotación del bloque 31, adyacente al ITT. Por tanto, aseguró Green, no hay garantía que haya un real cuidado de la explotación del Yasuní como se anuncia.
Los líderes de las organizaciones entregarán un manifiesto en rechazo a las actividades extractivistas que, a su juicio, atenta contra los derechos de la naturaleza.