La música es lenta, produce calma a quienes la escuchan. Y bajo el atrio de La Catedral, en pleno corazón del Centro Histórico de Quito, hay alrededor de cien personas vestidas de blanco. Todas están sentadas, con los ojos cerrados y las manos en posición de gyan mudra: la punta del pulgar toca la punta del índice.
Llegaron al sitio a las 17:00 de hoy, martes 27 de octubre de 2015. Reciben las indicaciones de Nam Nidhan Raur, maestra de yoga de Chile. Ella dirige el programa Yoga para todos, auspiciado por Fundación Museos.
Es una práctica de Kundañini Yoga para encontrar la paz y esa paz proyectarla hacia el exterior. Ese es el objetivo.
Nam Nidhan Raur, maestra de yoga de Chile, dirigió la una sesión al aire libre en la Plaza Grande, corazón del Centro Histórico de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
Las mujeres vestidas de blanco son integrantes del programas Mujer de Luz Ecuador. Llegaron de Carapungo, Carcelén, Tres Manuelas (centro), Quitumbe, Oyambarillo, Turubamba… Son las mujeres que están siguiendo los cursos continuos de Kundalini Yoga, una vez a la semana. La mayoría de ellas son víctimas de la violencia.
Mientras hacían sus ejercicios de relajación, los transeúntes que pasaban por la Plaza Grande detenían sus pasos y las observaban atentos. “Me llamo la atención la música”, dice Aurelio Terán, vecino de San Marcos.
El yoga, dice él, es una práctica inusual en nuestro medio, pero -le han dicho- muy efectiva para poner freno al estrés de estos tiempos.
Las mujeres de blanco estarán en la Plaza Grande hasta las 19:00. Buscarán conectarse con su ser.