Una habitación de grandes ventanales y con coloridas paredes es el lugar donde la instructora Caridad Ponce da clases de yoga, una disciplina que además de relajar y mejorar la calidad de vida, ayuda a combatir problemas de salud como la hipertensión arterial, mediante una secuencia de movimientos o kriyas destinados a tratar las enfermedades del corazón.
Desde una espaciosa aula del centro Shantaya Yoga, ubicado en Cumbayá, Ponce representa cada uno de los pasos que se deben realizar para completar una serie de posturas recomendadas para las personas que padecen de hipertensión severa. El primer movimiento se lo conoce como Uttanasana, que quiere decir la flexión profunda hacia adelante, y consiste en pararse frente a una silla y colocar la frente sobre la misma, mientras los brazos se encuentran cruzados encima de la cabeza. Esta posición, que debe mantenerse durante cinco minutos, ubica al cerebro por debajo del corazón y facilita la circulación de la sangre entre los dos puntos. De esta manera se calman los síntomas característicos de la hipertensión como los mareos y el dolor de cabeza. El doctor Timothy McCall menciona que esta disciplina disminuye la presión arterial y reduce el riesgo de tener un ataque cardiaco mediante el “adelgazamiento” de la sangre, lo que evita la coagulación.
Una vez que ha finalizado la apertura de la secuencia, llega el momento de Balasana, que significa la postura del niño y también se lo debe practicar por cinco minutos. Para esta parte se necesita un cojín alargado, sobre el cual la persona debe arrodillarse abriendo las piernas y dejando caer el torso sobre la colchoneta y los antebrazos en el suelo. Mientras Ponce realiza el movimiento, explica que en esta posición el cerebro está irrigado y el corazón descansa porque se encuentran a la misma altura. Posteriormente se debe realizar durante 15 minutos el Viparita Karani, que es la “postura invertida”, y consiste en formar una “L” apegando las piernas estiradas a la pared y colocando la zona del coxis en un cojín. Al situar las extremidades inferiores sobre el corazón se produce un drenaje de la circulación en las piernas hacia la zona de los pulmones, lo que alivia síntomas como el apena. La serie concluye con Savasana, que es la postura del cadáver y en la cual se busca la relajación después de los ejercicios. Este último paso puede durar hasta 20 minutos.
Para tratar la hipertensión arterial, el yoga no sólo se focaliza en el aspecto físico, sino también en lo mental. La profesora Paola Itxassa afirma que “las personas bajo niveles de estrés muy altos tienden a enfermarse y el corazón es uno de los más afectados porque se acelera el ritmo cardíaco“. Tatiana Buenaño practica yoga hace 10 años y dice que para evitar los cuadros de estrés, el estado Shunia (meditación) es importante porque facilita la circulación de la sangre y el oxígeno, reduciendo los niveles de cortisol.
TIPS PARA EL YOGA
La persona que va a practicar yoga no debe haber comido por lo menos una hora antes de empezar la actividad física.
No es recomendable utilizar joyas, relojes, ni ningún tipo de metal durante el ejercicio, ya que podrían lastimar.
Usar ropa cómoda y elástica es muy importante para poder realizar las posturas de cada secuencia.
Contar con un espacio adecuado es fundamental, ya que las kriyas obligan a realizar varios movimientos.