La técnica de secado, llamada ‘honey’, es una de las que estos emprendedores han perfeccionado. Foto: cortesía Witoca
En la época precolombina, uno de los pueblos que habitaron la Amazonía ecuatoriana fue el Omagua. Este grupo se caracterizó por elaborar artículos de barro de muy alta calidad, tanto así que cuando los españoles llegaron a las riberas del río Napo aseguraron que estos eran de calidad superior a los de España.
Este relato se puede encontrar en el Museo Arqueológico y Centro Cultural de Orellana, pero la emprendedora Andrea López también lo cuenta pues un tiesto de barro es uno de lo objetos más importantes en el proceso de elaboración del café Witoca.
Este emprendimiento nació hace dos años y se conformó como una Asociación de la Economía Popular y Solidaria en abril del 2018, junto con 14 productores de café.
López y Fabio Legarda son los fundadores. Ambos se conocieron en la Universidad San Francisco de Quito. Tras culminar sus estudios, regresaron a Orellana, de donde eran originarios, con la idea de revalorizar los productos de su provincia.
En Orellana hay una tradición cafetera desde la llegada de los colonos mestizos. Las abuelas, según cuenta López, solían tostar el café en tiesto de barro. Esto les dio la idea de explotar un concepto muy arraigado entre los habitantes de la Amazonía: que los alimentos hechos en utensilios de barro saben mejor.
“Queríamos hacer un producto terminado, dejar de producir solo materias primas, agregar valor. Así nace el café tostado en un tiesto de barro”, cuenta López.
López y Legarda se entrenaron en cata de café, tueste y barismo, con el fin de conseguir perfiles de café muy delicados.
“Nuestro café es apreciado en el exterior, lo llevamos a una feria internacional en Italia. No creían la forma en que lo tostábamos. Nos demostramos que sí podíamos lograr tuestes de muy alta calidad”, relata la administradora del emprendimiento.
En 2019, el Café Witoca ganó la Taza Dorada del Concurso Nacional para Café Robusta. “Ganamos con la cosecha de un cafetal de hace 30 años, de los primeros caficultores que llegaron”, dice.
Esta marca selecciona cafetales antiguos, mejor adaptados y con los mejores perfiles organolépticos. Además de obtener la materia prima de la Asociación, también compran café a otros productores. Una de las condiciones de Witoca es que el café provenga de chacras, un sistema de producción amigable con el ambiente.
La cosecha se realiza a mano, con el fin de seleccionar los mejores granos. El secado también se realiza con una técnica, llamada ‘honey’, que permite potenciar el sabor final.