Wilson Revelo, de 32 años, asegura que su objetivo es sumar al cambio para frenar los daños al ambiente. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Rodeado de plantas y animales de cartón Wilson Revelo, de 32 años, asegura que su objetivo es sumar al cambio para frenar los daños al ambiente. Mientras observa sus esculturas cuenta que no es diseñador ni especialista en decoración, solo alguien que buscó hacer algo distinto.
En su pared cuelgan cabezas de búhos, caballos, venados hasta elefantes y unicornios. No son resultado de la caza sino de entre cuatro y seis horas de trabajo manual. Las elabora con cartón ecológico. Con varios colores y combinaciones fabrica piezas llamativas con una técnica que se liga al origami.
Will, como se presenta ante todos, es ingeniero comercial de profesión. Estuvo vinculado a esa área desde que se graduó, hace 12 años. Antes de emprender Haus of Will tenía una empresa de catering. Relata que entre eventos de todo tipo el ritmo de trabajo era acelerado, pues demandaba esfuerzo en todo sentido y eso no iba con su forma de ser, que la describe como tranquila y de estar muy conectado con la naturaleza.
La obra ecológica de Wilson Revelo, que busca frenar los daños al ambiente. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
La obra ecológica de Wilson Revelo, que busca frenar los daños al ambiente. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Recuerda que todo empezó como un proyecto personal. La idea era hacer algo diferente y amigable con la naturaleza, que sea único, sin maquinarias ni contaminantes. Aprendió algunas técnicas del origami y descubrió que podía hacer figuras con ese arte. Ya son cinco años de eso y hoy su emprendimiento crece a la vez que las personas empiezan a valorar los complementos y detalles artesanales y ecológicos.
Revelo, de 32 años, crea figuras de diversos animales con cartón ecológico. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Wilson fabrica a mano toda clase de esculturas con cartón que proviene de bosques “certificados”. Su temática central son los animales, pero también hace otras figuras como corazones, estrellas, calaveras o personajes de dibujos animados o películas. El plus que ofrece es que se las figuras se pueden personalizar en tamaño, color y textura. Hay con acabado brillante, mate, llano o estampado.
Al hablar de cómo se inició en ese negocio, relata que como todo emprendimiento al inicio fue difícil. Las personas cuestionaban el material y decían que es muy delicado como para ser un decorativo. Pero poco a poco entendieron que detrás de cada figura hay horas de trabajo a mano y de creatividad, y ahora sus creaciones son más valoradas.
Wilson Revelo crea mágicas figuras con cartón que proviene de bosques certificados. Fotos: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Mientras termina de colocar la última pieza de uno de sus unicornios, explica que el trabajo para armar las figuras requiere de constancia, disciplina y paciencia, cualidades que también se ligan a su otra profesión: el yoga. Hace dos años se certificó como maestro de esta práctica que es un complemento para su vida. También lo ve como un medio para ayudar a las personas a conectarse con su interior, a ver más allá y, sobre todo, a salir de ese ritmo de estrés diario de la vida actual.
El emprendedor trabaja a través de redes sociales bajo pedido a escala nacional, pero también sus productos se comercializan en tiendas de decoración y diseño de Quito y Cuenca. Es uno de los primeros en fabricar estas esculturas ligadas a la decoración ecológica.