La empresa Wikiri, que comercializa anfibios criados en laboratorio, pretende ser un modelo para otros países en América Latina de un desarrollo sotenible. Tatiana Dávila, gerente, indica que como empresa “somos la alternativa legal al tráfico ilegal de anfibios”, dice Dávila.
Los anfibios son criados y manejados en laboratorio.
Dávila afirma que los anfibios se exportan a empresas interesadas en la conservación.
Una de ellas está ubicada en Canadá y la otra en Alemania.
Según la funcionaria, esta firma distribuye las ranas que compra a través de Wikiri a personas interesadas en conservar los anfibios en Estados Unidos.
Por el momento, solo comercializan la rana Ceratophrys stolzmanni, pero hay la intención de exportar más especies, manejadas en laboratorio y que no estén en peligro de extinción.
El biólogo Diego Almeida dice que como es una rana de la Costa ecuatoriana, tiene que permanecer a una temperatura entre 28 a 30 grados centígrados.
“Las ranas adultas se alimentan de grillos y ratones pequeños. Estos últimos animales se les suministra una vez al mes”.
El proceso para criar anfibios en laboratorio no es fácil.
Los investigadores tienen que simular una estación seca y lluviosa, entre otros aspectos.
Los anfibios son enviados al exterior en cajas especiales de espuma flex, donde se conserva la temperatura adecuada.
Luis Coloma sostiene que en estas cajas especiales se evita los cambios bruscos de temperatura.Almeida indica que el Ceratophrys stolzmanni son vendidos como mascotas por la empresa Wikiri a Alemania y Canadá.
“El comercio ilegal de anfibios es gigantesco. La empresa Wikiri lo hace de forma totalmente legal y con el fin de recaudar recursos para mantener el programa Balsa de los Sapos”.
Una vez más, Almeida sostiene que la universidad tiene los permisos para criarlos y comercializarlos. Hoy el mercado ilegal comercializa varias especies de anfibios, entre ellas, Epipedobates , Epipedobates tricolor.
Estás, según Dávila, ya se encuentran en los mercados de mascotas y el Ecuador no recibe ningún. “Wikiri solo comercializa, de forma legal, la especie Ceratophrys stolzmanni para financiar un programa de conservación”. Los estatutos de esta empresa están disponibles en Internet, si el usuario ingresa a Google, directamente la palabra Wikiri. Por el momento, el Ministerio del Ambiente no se ha pronunciado sobre los permisos adquiridos por esta compañía para la comercialización en el exterior.
Este Diario intentó comunicarse con expertos en legislación ambiental, pero ellos esperan que la ministra Marcela Aguiñaga autorice la entrega de la información.